Las venas varicosas y el síndrome de piernas inquietas (SPI) a menudo van de la mano. Para las personas que experimentan ambas afecciones, el tratamiento de las venas varicosas puede ser la clave para aliviar el SPI.
No existe un factor único que cause SPI. Desde el estrés hasta el embarazo y diversas afecciones neurológicas, se sabe que una variedad de causas se corresponden con el SPI. Además, muchos casos de SPI no tienen ninguna causa identificable. A los médicos a menudo les resulta difícil o imposible determinar la causa del SPI, lo que puede hacerlo aún más frustrante.
Para comprender cómo las venas varicosas pueden causar SPI, es importante tener en cuenta que hay dos tipos de SPI: primario y secundario. El SPI primario es la idea clásica de la mayoría de las personas sobre el SPI, en el que no existe una causa identificable para los movimientos incontrolables de las piernas. Las personas con SPI primario simplemente sienten una poderosa necesidad de mover las piernas y el movimiento no es causado por ningún dolor específico, picazón o factor médico notable.Si está buscando alivio del SPI y sospecha que puede estar relacionado con la insuficiencia venosa, busque una evaluación de un especialista en venas certificado por la junta. Si no tiene venas abultadas visibles, es posible que aún tenga insuficiencia venosa. Una ecografía dúplex venosa realizada en el consultorio de un especialista en venas ayudará a identificar los problemas subyacentes de las venas y el tratamiento de las afecciones de las venas.
Afortunadamente, la medicina ha avanzado mucho en los últimos años y hay muchas formas de eliminar las venas varicosas y la insuficiencia venosa rápidamente con técnicas mínimamente invasivas en un consultorio. Para deshacerse de las venas varicosas, uno de nuestros especialistas en venas del Center for Vein puede realizar una variedad de procedimientos que encogen las venas problemáticas y redirigen el flujo sanguíneo lejos de las áreas inflamadas.
Las formas comunes de tratar las venas varicosas incluyen escleroterapia (inyectar un medicamento que encoge las venas problemáticas), microflebectomía (extirpar las venas con cirugía menor), ablación por radiofrecuencia (RFA) y ablación endovenosa con láser (EVLA).