Controlar las raciones, elegir alimentos más sanos y salir con menos frecuencia a comer a restaurantes son solo algunas formas de mejorar la alimentación.
No es ningún secreto que la pérdida de peso puede repercutir positivamente en la salud en general, pero perder kilos también puede reducir significativamente la presión sobre las venas de las piernas, lo que mejora el flujo sanguíneo.
Ya sea caminando solo 20 minutos un par de veces a la semana o subiendo las escaleras en lugar de ir por ascensor siempre que sea posible, el hecho de emplear formas de aumentar el movimiento del cuerpo puede ayudar a que la sangre circule por las piernas y por todo el cuerpo.
A mucha gente le podría sorprender saber que pasar periodos prolongados de pie o sentado puede afectar negativamente a la salud de las venas. Tomar la decisión consciente de alternar entre estar sentado y de pie contribuye en gran medida a mejorar la circulación sanguínea.
Llevar ropa ajustada puede dificultar el flujo sanguíneo, especialmente en las zonas de la ingle, los muslos y la cintura. La ropa que permita una mayor amplitud de movimiento no solo aumentará su nivel de comodidad, sino también su salud venosa en general.
Las medias de compresión ayudan a aliviar el dolor y la hinchazón que sufren muchas personas con venas varicosas, sobre todo si su trabajo les exige estar mucho tiempo sentadas o de pie. Estas medias especialmente hechas requieren una receta de su médico y se pueden comprar en una tienda de suministros médicos o a través de su clínica de venas, Center for Vein Restoration.
La respuesta breve es que los cambios en el estilo de vida solo pueden contribuir a mejorar los resultados de cualquier método de tratamiento de las venas varicosas. Pero, ¿los cambios en el estilo de vida pueden ser el único método de tratamiento necesario? Depende de cada caso y del dolor asociado. Consultar con su médico del Center for Vein Restoration es la única manera de determinar si los cambios en el estilo de vida serán suficientes para controlar su insuficiencia venosa crónica.
Cambiar algunas de las formas de vida nunca es fácil. Los cambios en el estilo de vida pueden suponer un reto, pero notará los efectos positivos a medida que adquiera rutinas y hábitos nuevos y más saludables. Una vez que se dé cuenta de los beneficios de los cambios que están bajo su control, realizará con agrado otros cambios en su estilo de vida a medida que se sienta, se vea y viva mejor.
Los cambios en el estilo de vida pueden contribuir a mejorar la salud en general. Hacer ejercicio con regularidad, mantener un peso saludable, evitar permanecer mucho tiempo sentado o de pie, elevar las piernas, llevar medias de compresión y seguir una dieta equilibrada pueden ayudar a mantener las venas sanas y reducir el riesgo de venas varicosas. Dado que la enfermedad venosa es una afección progresiva, los cambios en el estilo de vida por sí solos no suelen bastar para reducir las molestias o el aspecto antiestético de las venas varicosas.