Ablación por radiofrecuencia
En la ablación por radiofrecuencia, se introduce suavemente un catéter de radiofrecuencia dentro de la vena a través de la piel. El catéter emite ondas de radio, que calientan áreas específicas de la vena afectada, haciendo que se cierre. El catéter se retira y comienza el proceso de curación casi al instante, ya que la vena cerrada se reabsorbe en el cuerpo y el suministro de sangre en esa área se desvía de forma natural a través de otras venas más sanas.
¿Cuándo se utiliza este tipo de procedimiento?
La ablación por radiofrecuencia se usa para tratar la vena safena magna, la vena safena menor y algunas venas perforantes (aquellas que transportan la sangre desde las venas superficiales bajo la piel hasta las venas profundas debajo de los músculos). Es una alternativa innovadora y segura a la extirpación venosa tradicional.
¿Qué debo esperar de la ablación por radiofrecuencia?
La ablación por radiofrecuencia es un procedimiento en el que utiliza un catéter, por lo que existen cuatro pasos principales:
1) Mapeo de la vena safena
Un procedimiento típicamente comienza con una ecografía no invasiva de la vena varicosa, para poder rastrear su ubicación. Esto le permite a nuestro doctor determinar el sitio donde se insertará el catéter de ablación, y marcar la posición deseada de la punta del catéter para comenzar el tratamiento.
2) Inserción del catéter de cierre
Luego nuestro médico inyecta un anestésico diluido al área que rodea la vena. Esto adormece la pierna, ayuda a extraer la sangre de la vena, y aporta una capa líquida fuera de la vena para proteger el tejido circundante. Luego, nuestro médico accede a la vena safena o la vena apropiada, inserta el catéter de cierre, y avanza hasta el segmento más superior de la vena.
3) Uso de la radiofrecuencia
Se usa una ecografía no invasiva para confirmar la posición de la punta del catéter. Luego el médico activa el generador de radiofrecuencia, lo que hace que los electrodos en la punta del catéter calienten la pared de la vena a la temperatura deseada. A medida que la pared de la vena se calienta, la vena se contrae y el catéter se retira gradualmente. Durante el retroceso del catéter, que generalmente dura uno o dos minutos, el generador de radiofrecuencia ajusta el nivel de potencia para mantener la temperatura y reducir eficazmente el colágeno en la pared de la vena y cerrar la vena en una longitud extendida.
4) Seguimiento con estudio de ecografía
Entre las 24 y 72 horas posteriores a su tratamiento, se utiliza una ecografía para detectar si existe una TVP (trombosis venosa profunda).
¿Qué tipo de resultados se logran?
Cuando lo realiza un médico con amplia experiencia en radiofrecuencia, las posibilidades de éxito del tratamiento son altas. El cierre por radiofrecuencia da buenos resultados en 97 de cada 100 personas que reciben el tratamiento. El tratamiento por ablación no es invasivo y es mucho menos doloroso que las cirugías del pasado: extirpación o ligadura de venas. Además, después de cinco años o más, los resultados de la ablación son por general tan buenos como los de una cirugía.
¿Qué debo hacer después de mi tratamiento de ablación por radiofrecuencia para garantizar la salud de las venas?
El ejercicio, mantener un peso corporal saludable y evitar períodos prolongados de estar sentado o de pie ayudarán a asegurar la salud de sus venas después de una ablación por radiofrecuencia. Si observa nuevas venas o si su estado no mejora, póngase en contacto con su médico del CVR.