Revisión médica por Sanjiv Lakhanpal, MD, FACS, y Khanh Q. Nguyen, DO, RPVI, el 13 de octubre de 2025
Cuando la estrella de los San Antonio Spurs, Victor Wembanyama, regresó a la cancha este octubre después de una pausa de ocho meses, los fanáticos estallaron en aplausos, no solo por su talento, sino por lo que su regreso representaba: resiliencia tras un serio susto de salud vascular.
El fenómeno de 2,23 metros, apartado desde febrero debido a una trombosis venosa profunda (TVP), hizo su debut de pretemporada contra los Loong Lions con nueve puntos, diez rebotes, siete asistencias y tres bloqueos: una actuación eficiente y segura que mostró tanto su recuperación física como emocional.
Aunque la historia de Wembanyama es una de triunfo, también subraya una verdad importante: la salud circulatoria importa, incluso para los jóvenes y atléticos.
El diagnóstico de Wembanyama a comienzos de este año —un coágulo en la vena profunda de su hombro derecho— fue un impacto para el mundo del baloncesto.
Las TVP ocurren cuando se forma un coágulo en una vena profunda, normalmente en las piernas, aunque puede presentarse en otras partes del cuerpo. Si no se trata, puede convertirse en una condición potencialmente mortal si parte del coágulo viaja a los pulmones y provoca una embolia pulmonar (EP).
Aunque la condición de Wembanyama fue diagnosticada y tratada rápidamente, su experiencia sirve como llamado de atención para quienes piensan que las enfermedades venosas solo afectan a los adultos mayores. Los trastornos venosos, como las venas varicosas y la insuficiencia venosa crónica (IVC), pueden aumentar silenciosamente el riesgo de complicaciones vasculares, incluso en personas activas.
En Center for Vein Restoration (CVR), nuestro enfoque está en identificar y tratar los problemas venosos subyacentes que pueden causar dolor, hinchazón, pesadez en las piernas y, en algunos casos, coágulos superficiales (conocidos como tromboflebitis superficial).
Las venas varicosas se desarrollan cuando las válvulas dentro de las venas, pequeñas compuertas unidireccionales que ayudan a que la sangre regrese al corazón, se debilitan o fallan. La sangre se acumula en las piernas, aumenta la presión y las venas se retuercen y sobresalen cerca de la superficie.
Con el tiempo, esta circulación lenta en las venas dañadas puede causar inflamación y la formación de coágulos, especialmente en las extremidades inferiores.
A diferencia de los coágulos en venas profundas asociados con la TVP, los coágulos superficiales que se forman dentro de las venas varicosas raramente viajan a los pulmones o provocan complicaciones graves. Sin embargo, pueden ser dolorosos, enrojecidos e inflamados, y son una señal de que la circulación necesita atención.
📍 Conclusión: Incluso si eres saludable o atlético, no ignores una mala circulación.
Si notas dolor, hinchazón o venas visibles en las piernas, puede ser momento de una evaluación profesional.
Los especialistas certificados por la junta de Center for Vein Restoration diagnostican y tratan las venas varicosas con procedimientos mínimamente invasivos, realizados en el consultorio, que restauran la comodidad y mejoran la circulación.
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Cuando las venas varicosas no se tratan, la sangre puede estancarse, creando un entorno ideal para la formación de coágulos.
La mayoría de estos coágulos permanecen superficiales, pero en casos graves —o combinados con otros factores de riesgo como inmovilidad, obesidad o terapia hormonal— pueden aumentar la probabilidad de desarrollar una trombosis venosa profunda (TVP).
Presta atención a síntomas como:
⚠️ Si notas estos signos, ¡no esperes! Una evaluación por un experto en venas certificado, como los de Center for Vein Restoration, puede determinar si tu circulación es saludable o si necesitas tratamiento para prevenir complicaciones.
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Durante sus ocho meses fuera de la cancha, el entrenamiento de Wembanyama tomó un rumbo holístico. Pasó tiempo en el Templo Shaolin en China, donde la meditación matutina y el entrenamiento en artes marciales fortalecieron tanto su mente como su cuerpo.
También entrenó con las leyendas de la NBA Hakeem Olajuwon y Kevin Garnett, perfeccionando su juego de pies y conciencia defensiva, habilidades que dependen del equilibrio, la resistencia y unas piernas saludables.
Su regreso no fue solo físico. Su comportamiento en la cancha reflejaba serenidad, madurez y liderazgo, cualidades que suelen emerger cuando los atletas enfrentan y superan la adversidad.
El asistente de los Spurs, Mitch Johnson, lo resumió así: el objetivo ahora es aumentar gradualmente sus minutos de juego, manteniendo su condición física mientras evita el sobreesfuerzo.
Es un enfoque inteligente, y uno que refleja cómo los médicos de Center for Vein Restoration guían a los pacientes durante la recuperación de un tratamiento venoso.
En Center for Vein Restoration, cada paciente recibe un plan de recuperación personalizado, elaborado por un especialista certificado en venas.
Etapas clave de recuperación:
Día 1:
Los pacientes generalmente retoman sus actividades diarias de inmediato y se les anima a caminar con frecuencia.
Evita levantar objetos pesados o hacer ejercicios intensos hasta recibir autorización. Usa medias de compresión durante el día por al menos tres días y hasta de dos a cuatro semanas para apoyar la curación.
Semanas 1–2:
Es normal tener ligeros moretones o sensibilidad.
El ejercicio de alto impacto, los deportes de contacto y el levantamiento de pesas deben esperar hasta que tu médico de CVR lo apruebe, normalmente dentro de una o dos semanas.
Semanas 2–4 y en adelante:
Ejercicios de bajo impacto, como ciclismo, natación o entrenamiento ligero de fuerza, pueden reanudarse una vez que las incisiones hayan sanado.
Aumenta la intensidad gradualmente y detente si aparece hinchazón, dolor o enrojecimiento.
Cronograma de recuperación:
La mayoría de los pacientes reanuda sus rutinas diarias de inmediato, con recuperación total en dos a cuatro semanas para procedimientos menores y hasta varios meses para tratamientos más extensos.
La enfermedad venosa es crónica, por lo que los seguimientos regulares son esenciales para mantener los resultados y prevenir recurrencias.
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Ser alto le da a Wembanyama una clara ventaja en la cancha, pero las investigaciones muestran que también aumenta el riesgo de problemas venosos.
Estudios de la Biblioteca Nacional de Medicina (NIH) indican que por cada aumento de 10 centímetros de altura, el riesgo de TVP aumenta aproximadamente entre un 30 y 40 por ciento.
La razón es simple: las venas más largas en las piernas hacen que la sangre deba viajar más lejos contra la gravedad, lo que puede ralentizar el flujo e incrementar la presión.
Aunque el coágulo de Wembanyama no estuvo relacionado con venas varicosas, su caso nos recuerda que las personas altas, las que pasan mucho tiempo sentadas o de pie, o quienes tienen antecedentes familiares de enfermedad venosa, deben ser especialmente proactivas con su salud circulatoria.
Si las venas varicosas ya afectan tu comodidad o apariencia, los tratamientos venosos ambulatorios y mínimamente invasivos, como la escleroterapia o la terapia láser, pueden eliminar las venas enfermas y restaurar una circulación más saludable.
El regreso de Victor Wembanyama al baloncesto después de un coágulo de sangre es una historia de resiliencia, pero también un recordatorio de cuán esencial es la salud vascular para el bienestar general.
Ya seas atleta o trabajes en una oficina, tus venas desempeñan un papel crucial en mantener la fuerza, el equilibrio y la energía de tu cuerpo.
En Center for Vein Restoration, nuestros médicos certificados se especializan en tratar las venas varicosas y la insuficiencia venosa, ayudando a los pacientes a reducir el dolor, la hinchazón y las preocupaciones estéticas, mientras disminuyen el riesgo de complicaciones como coágulos superficiales.
🩵 Las venas saludables te mantienen en movimiento: en la cancha, en el trabajo y en la vida.
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