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¿Amas Hacer Ejercicio Pero Tienes Várices?

Escrito por
Blog Love Exercising But Have Varicose Veins
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Revisión médica por Tuan-Anh Vu, MD, el 12 de septiembre de 2025

Mantenerse activo es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu cuerpo. El ejercicio ayuda a tu corazón, fortalece los músculos, mejora el estado de ánimo y favorece una circulación sanguínea saludable. Pero, ¿qué pasa si eres alguien que ama ejercitarse y has empezado a notar várices? Muchas personas se preocupan de que hacer ejercicio pueda empeorar la salud de sus venas, o no están seguras de cuáles actividades son las más seguras.

¿La buena noticia? No tienes que dejar de moverte solo porque tienes várices. Puedes proteger la salud de tus venas y seguir disfrutando de las actividades que amas aplicando el conocimiento correcto y haciendo algunos ajustes simples. En este blog, el Dr. Tuan-Anh Vu, MD, médico principal de venas en Center for Vein Restoration (CVR) en Fair Oaks, VA, explica por qué las personas activas aún pueden desarrollar várices, cuáles son las señales de advertencia tempranas, cómo las medias de compresión pueden ayudar y cuándo buscar tratamiento.

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Por Qué un Estilo de Vida Saludable No Siempre Previene las Várices

Ver que aparecen várices cuando trabajas duro para mantenerte saludable puede ser frustrante, pero ten la seguridad de que no es raro. El ejercicio apoya la circulación, pero otros factores aún pueden influir.

Primero, considera cómo se forman las várices. Estas ocurren cuando las pequeñas válvulas dentro de tus venas, que mantienen la sangre fluyendo hacia arriba en dirección a tu corazón, se debilitan o dejan de funcionar correctamente. Cuando esto pasa, la sangre puede acumularse en las piernas, creando venas agrandadas y retorcidas.

Aunque el ejercicio apoya la circulación, otros factores pueden aumentar la probabilidad de desarrollar várices, incluyendo:

  • Genética: Si tus padres tuvieron várices, es más probable que tú también las desarrolles.
  • Ocupación: Trabajos que requieren muchas horas de pie, como la docencia, enfermería o el comercio minorista, aumentan el riesgo.
  • Embarazo y hormonas: Los cambios hormonales debilitan las paredes y válvulas de las venas. Durante el embarazo, el volumen de sangre en el cuerpo aumenta para apoyar al bebé en crecimiento, pero esto también puede agrandar las venas de las piernas.
  • Edad: Las venas naturalmente pierden elasticidad con los años.
  • Lesión o cirugía en las piernas: El trauma puede dañar las venas o afectar la circulación.

Es sorprendente, pero cierto: incluso el corredor más dedicado o el entusiasta del fitness puede experimentar várices si existen factores de riesgo subyacentes.

¿Activo y Notando Cambios en Tus Venas?

Las várices no aparecen de la noche a la mañana. De hecho, muchas personas notan señales sutiles mucho antes de que aparezcan venas hinchadas y visibles. Si eres activo, prestar atención a tu cuerpo puede ayudarte a detectar problemas venosos a tiempo.

Presta atención a estas señales de advertencia comunes:

  • Pesadez en las piernas después del ejercicio: Una sensación de peso que persiste, especialmente más tarde en el día.
  • Dolor o pulsaciones: Molestia en las pantorrillas o muslos que no se siente como el dolor típico post-entrenamiento.
  • Hinchazón alrededor de los tobillos: Una hinchazón persistente después de correr o caminar largas distancias puede indicar acumulación de sangre.
  • Picazón o piernas inquietas: Una necesidad de seguir moviéndose o irritación en la piel alrededor de las venas.
  • Arañitas vasculares o venas abultadas visibles: Grupos rojos o azules, o venas más grandes y sobresalientes justo debajo de la piel.

Detectar estos síntomas temprano significa que puedes actuar antes de que las venas empeoren.

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Medias de Compresión y Cuidado de las Venas: ¿Cuál es la Conexión?

Si has visto corredores o atletas usando calcetas de compresión, hay una buena razón. La terapia de compresión es una de las formas más simples y efectivas de apoyar tus venas mientras te mantienes activo.

Así es como funcionan: las medias de compresión de grado médico aplican una presión suave y graduada en tus piernas. Según Healthline, esta presión en forma decreciente ayuda a que tus venas dirijan la sangre hacia arriba al corazón, reduciendo la acumulación y mejorando la circulación.

Para las personas con várices, usar medias de compresión durante el ejercicio puede:

  • Reducir la hinchazón y la pesadez
  • Mejorar la comodidad y la resistencia
  • Disminuir el dolor post-ejercicio
  • Ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad venosa

Ten en cuenta que, aunque no todos necesitan medias de compresión de grado médico, muchos pacientes descubren que incluso una compresión ligera ayuda a aliviar los síntomas y prevenir molestias. Si no estás seguro de tus necesidades de compresión, consulta a un especialista en venas de CVR para obtener una recomendación personalizada sobre el tipo y ajuste adecuados para tu estilo de vida.

¿Las Personas Activas Necesitan un Especialista en Venas? Cuándo Acudir

Es fácil ignorar el dolor de piernas cuando llevas un estilo de vida activo. Muchas personas asumen que el dolor y la hinchazón son resultados inevitables de exigirse en el gimnasio. Pero a veces, estas son señales de que tus venas necesitan atención médica.

Debes ver a un especialista en venas si:

  • Tus piernas duelen o se hinchan con regularidad, incluso con descanso y recuperación.
  • Notas várices visibles o grupos de arañitas vasculares.
  • Las medias de compresión ayudan, pero los síntomas regresan rápidamente al dejarlas de usar.
  • Tus entrenamientos se ven interrumpidos por molestias constantes.
  • Tienes antecedentes familiares de enfermedad venosa y estás viendo señales tempranas en ti mismo.

Afortunadamente, los tratamientos modernos para las venas son rápidos y mínimamente invasivos. Procedimientos como la ablación endovenosa con láser, la ablación por radiofrecuencia y la escleroterapia se realizan en consultorio, requieren poco o ningún tiempo de recuperación y te permiten volver rápidamente a la mayoría de tus actividades.

Mantenerse Activo Mientras Manejas las Várices

Tener várices no significa que debas dejar de moverte. De hecho, mantenerte activo es una de las mejores formas de promover la circulación y evitar que los síntomas empeoren.

Además de la terapia de compresión, aquí hay algunos consejos de fitness simples para equilibrar el ejercicio con el cuidado de las venas:

  • Elige cardio de bajo impacto: Caminar, nadar, andar en bicicleta o usar la elíptica mantienen la sangre fluyendo sin exceso de tensión.
  • Incluye fortalecimiento de pantorrillas: Movimientos como las elevaciones de talones mejoran la “bomba muscular” que empuja la sangre hacia arriba.
  • Estira y enfría: Favorece la circulación y reduce la rigidez después de entrenar.
  • Eleva tus piernas: Después de la actividad, coloca tus piernas en alto por 10 a 15 minutos para aliviar la hinchazón.
  • Mantente hidratado: Una buena hidratación apoya la salud venosa.

Estos ajustes pueden parecer pequeños, pero pueden marcar una diferencia notable en tu comodidad y rendimiento.

Mantente Activo y Protege Tus Venas con el Apoyo de CVR

Si eres un apasionado del ejercicio pero luchas con várices, no estás solo. Muchas personas activas enfrentan este desafío, y es tranquilizador saber que puedes mantenerte en movimiento mientras recibes la atención profesional que necesitas. Puedes proteger la salud de tus venas sin renunciar al estilo de vida que amas entendiendo por qué se desarrollan las várices, detectando las señales tempranas, usando compresión y sabiendo cuándo buscar tratamiento.

 ¡No dejes que el dolor en las piernas frene tu rutina de ejercicio! Agenda tu consulta con CVR y explora opciones de tratamiento seguras y efectivas que se adapten a tu vida activa. Llama al 240-965-3915 o visita nuestro PORTAL DE CITAS para reservar una consulta en una clínica de venas CVR cerca de ti.


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