El linfedema puede provocar una inflamación debilitante en cualquiera de los ganglios linfáticos, pero si adopta un enfoque proactivo para el tratamiento, puede controlar fácilmente sus síntomas.
Los ganglios linfáticos son los héroes anónimos del cuerpo humano. Estos órganos ovulares ubicados en todo el cuerpo albergan los glóbulos blancos que atacan a las bacterias, hongos y otros agentes infecciosos, lo que los hace indispensables para el sistema inmunitario.
En ocasiones, sin embargo, se puede acumular un exceso de líquido en los ganglios linfáticos, lo que resulta en un trastorno llamado linfedema. Afectando a 149 millones de personas en todo el mundo, el linfedema es causado por una falla o defecto en el sistema linfático. Si recientemente ha notado hinchazón, sensibilidad o dolor inusuales en cualquiera de sus ganglios linfáticos, lo ayudaremos a comprender mejor el problema y a encontrar el tratamiento adecuado para esta afección fácil de manejar.
Como su nombre lo indica, el linfedema es una forma de edema, una acumulación de líquido debajo de la piel. Como tal, el síntoma principal es la inflamación moderada a severa, con mayor frecuencia en las piernas y los pies. Otros síntomas comunes incluyen:
Dependiendo de su causa, el linfedema puede ser primario o secundario. El linfedema primario generalmente es causado por trastornos congénitos como las enfermedades de Meige o de Milroy, mientras que el linfedema secundario generalmente es producto de enfermedades como el cáncer, infecciones bacterianas, trombosis venosa profunda o insuficiencia venosa crónica.
Independientemente de su origen, el linfedema generalmente progresa a través de varias etapas:
Aunque no existe una cura para el linfedema, con cierta dedicación y la asistencia de un especialista calificado, la mayoría de los pacientes pueden reducir sus síntomas y mejorar drásticamente su calidad de vida.
El linfedema responde bien a una serie de tratamientos conservadores. Muchos pacientes se benefician particularmente del uso de prendas de compresión en la extremidad afectada, mientras que otros pacientes encuentran alivio de la terapia con láser. También hay opciones quirúrgicas disponibles para muchos pacientes con linfedema leve a avanzado. Sin embargo, contrariamente a la creencia popular, los diuréticos no deben usarse para tratar el linfedema, ya que los diuréticos solo tienen un efecto sobre el sistema digestivo y no eliminan los síntomas del linfedema.
El linfedema también se puede manejar con terapia descongestiva completa (o CDT). CDT se divide en una fase clínica y en el hogar, las cuales implican diferentes tareas. Durante la fase clínica, los pacientes trabajan con un especialista venoso calificado para comenzar un plan de tratamiento adecuado.
En este momento, los pacientes comenzarán a usar vendajes de compresión, comenzarán un programa de ejercicios adaptado a sus necesidades y practicarán un buen cuidado de la piel y las uñas. En la clínica, un especialista en venas comenzará a drenar manualmente los ganglios linfáticos para minimizar la hinchazón. Tan pronto como los pacientes se sientan cómodos con su rutina de cuidado, pueden regresar a casa y continuar practicando por sí mismos.
Los pacientes que sufren de linfedema que adoptan un enfoque proactivo para el tratamiento pueden controlar eficazmente sus síntomas. Póngase en contacto con un especialista en venas para recibir una evaluación exhaustiva de sus síntomas y encontrar la ruta de tratamiento adecuada para usted.