El término Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) describe una afección que afecta el sistema venoso de las extremidades inferiores con hipertensión venosa y causa diversas patologías que incluyen dolor, hinchazón, edema, cambios en la piel y ulceraciones.
Aunque el término CVI a menudo se usa para excluir las venas varicosas sin complicaciones, las venas varicosas tienen válvulas incompetentes con una presión venosa aumentada que conduce a dilatación y torsión progresivas. Usamos el término CVI para representar el espectro completo de manifestaciones de enfermedad venosa crónica.
En el Centro para la Restauración de Venas, el diagnóstico de Insuficiencia Venosa Crónica se realiza a través de la historia del paciente y un examen físico con la ayuda de pruebas no invasivas. Una parte del examen físico implica inspección y palpación de la superficie de la piel para detectar irregularidades o protuberancias. El músculo de la pantorrilla se evalúa y mide constantemente para detectar indicios de plenitud o aumento de la circunferencia debido a un edema prolongado.
La palpación también puede revelar sensibilidad en las venas dilatadas. Las úlceras activas o curadas se ven con una enfermedad más avanzada.
Existe un amplio diferencial para la queja de presentación común con CVI. Como resultado, la ecografía no invasiva juega un papel importante en el diagnóstico y guía del tratamiento de CVI. La ecografía, también llamada ecografía o ecografía, implica exponer parte del cuerpo del paciente a ondas de sonido de alta frecuencia para producir imágenes del interior del cuerpo. A diferencia de las radiografías, los exámenes de ultrasonido no usan radiación ionizante.
La ecografía nos ayuda a diagnosticar y tratar afecciones médicas porque pueden mostrar la estructura y el movimiento de los órganos internos del cuerpo, así como la sangre que fluye a través de los vasos sanguíneos. Una ecografía venosa nos proporciona imágenes de las venas de todo el cuerpo que transportan la sangre al corazón.
Este examen no invasivo indoloro mide la función de las válvulas venosas que son críticas para la función venosa y también puede identificar bloqueos venosos. De hecho, en comparación con la venografía, que requiere inyectar material de contraste en una vena, el ultrasonido venoso es casi tan preciso para detectar coágulos de sangre en la pantorrilla y casi tan exacto como para encontrar coágulos en las venas del muslo.
Un ultrasonido Doppler también puede ser parte de un examen de ultrasonido venoso. Esta técnica especial de ultrasonido evalúa la sangre a medida que fluye a través de un vaso sanguíneo, incluidas las principales arterias y venas, y las imágenes pueden ayudarnos a ver y evaluar los bloqueos en el flujo sanguíneo, como los coágulos o el estrechamiento de los vasos sanguíneos.
Si bien muchos pacientes presentan venas varicosas abultadas grandes y clínicamente obvias, otras personas pueden tener un reflujo "silencioso" significativo (dirección anormal del flujo sanguíneo) en las venas enfermas, que solo puede detectarse mediante el mapeo de la vena Doppler una evaluación de ultrasonido más detallada de la anormalidad venas de las piernas que ilustran el camino de la sangre que fluye a través de las venas anormales y dónde comienza el problema.
El mapeo cuidadoso del sistema venoso de las extremidades inferiores nos ayuda a determinar el plan de tratamiento óptimo para satisfacer las necesidades específicas de cada paciente.