Revisión médica realizada por Zoe Deol, MD, FACS, el 25 de junio de 2025
Debbie, madre de nueve hijos y exterapeuta ocupacional, pasó años alternando entre el trabajo, la crianza y un dolor persistente en las piernas, hasta que los síntomas de una enfermedad venosa la dejaron casi inmovilizada. Su travesía, marcada por diagnósticos erróneos y condiciones complejas, finalmente la llevó a recibir atención transformadora por parte de expertos en venas en Center for Vein Restoration (CVR), demostrando el poder de la perseverancia y la importancia de encontrar al especialista adecuado que escuche con atención y actúe en consecuencia.
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Si estás lidiando con dolor inexplicable en las piernas, hinchazón o molestias pélvicas, no estás sola—y no tienes que seguir adivinando la causa. Muchas mujeres pasan años sin darse cuenta de que sus síntomas provienen de una enfermedad venosa, como las várices o la enfermedad venosa pélvica. En Center for Vein Restoration, nuestros especialistas en venas certificados por juntas médicas escuchan, diagnostican y ofrecen tratamientos mínimamente invasivos para ayudarte a sentirte mejor, por dentro y por fuera.
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“Sentía que tenía una espina clavada en la pata.”
Para Debbie, los problemas venosos eran algo hereditario, pero nunca imaginó lo gravemente que afectarían su vida. Pasaba mucho tiempo de pie en el trabajo y en casa, y empezó a sentir ardor, picazón y pesadez en las piernas, así como hinchazón en los tobillos. En ocasiones, podía sentir las venas latir bajo su piel.
“Estaba miserable. Mis piernas se veían feas. No podía usar la ropa que quería. Estaba asustada y no sabía qué me pasaba.” – Debbie, paciente de CVR
Ese miedo aumentó cuando empezó a sentir un dolor profundo en la pelvis. “Honestamente pensé que tenía cáncer de ovario,” recordó. “Era tan intenso, y nadie podía darme respuestas. Solo quería ayuda.”
El caso de Debbie dejó una impresión duradera en su médica vascular, la Dra. Zoe Deol, MD, FACS, de Center for Vein Restoration, quien la evaluó por primera vez tras ser referida por su ginecólogo. La Dra. Deol es la médica principal en las clínicas de CVR en Southfield, Michigan, y Southgate, Michigan.
“La vi originalmente referida por su ginecólogo,” dijo la Dra. Deol. “Tenía nueve hijos y antecedentes de extracción de venas en la pierna izquierda, ablaciones en la pierna derecha, y ahora presentaba recurrencia de várices en ambas piernas, peor en la izquierda, además de dolor pélvico crónico severo. Su ginecólogo no encontraba la causa, así que nos la envió.”
La Dra. Deol sospechó una obstrucción del flujo venoso pélvico, conocida como síndrome de May-Thurner.
“Terminó teniendo el peor caso de May-Thurner con várices pélvicas que he visto, debido a todos esos embarazos,” explicó la Dra. Deol. “Se le colocó un stent en la vena ilíaca izquierda. Una vez que se resolvió su dolor pélvico, pude tratarle las várices.”
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Con su enfermedad venosa pélvica bajo control, Debbie regresó a CVR para tratar las venas dolorosas en sus piernas. Bajo el cuidado de la especialista en venas Dra. Deol, Debbie se sometió a tratamientos mínimamente invasivos para las várices causadas por insuficiencia venosa. La experiencia cambió su vida, tanto médica como emocionalmente.
“Estaba nerviosa. Hasta me mareé cuando escuché el plan de tratamiento,” admitió Debbie entre risas. “Pero la Dra. Deol fue tan amable, tan hábil y tan paciente. Trató a la persona entera, no solo mis venas. Me hizo sentir segura.”
Dos años después, las piernas de Debbie se sienten estupendas. Ya no necesita medias de compresión diarias y su dolor pélvico ha desaparecido.
“Subo escaleras, camino por el zoológico, voy a parques de diversiones—cosas que antes no podía hacer sin sentir que arrastraba bloques de cemento,” dijo.
Ahora Debbie anima a otras personas, especialmente mujeres, a prestar atención a sus síntomas y buscar ayuda médica:
“Si tus piernas se sienten pesadas, si estás hinchada, no asumas que son solo venitas cosméticas. Podría ser una enfermedad venosa seria como la insuficiencia venosa, y el seguro puede cubrirlo.”
También recalca la importancia de conocer los antecedentes familiares y no esperar a que los síntomas empeoren.
“Esquivé una bala. Pude haber terminado con úlceras o algo peor. Afortunadamente, fui proactiva.”
Su consejo:
“No tengas miedo. Los pequeños pinchazos no son divertidos, pero vale la pena volver a sentirte bien contigo misma. Puedo usar shorts. Puedo usar traje de baño. Me siento segura y saludable.”
No ignores las señales: el alivio de la enfermedad venosa empieza en CVR
No esperes a que los síntomas empeoren o los atribuyas a “cosas de mamá” o “cosas de la edad.” Confía en el compasivo equipo de Center for Vein Restoration para descubrir la causa raíz de tu malestar y guiarte en cada paso del tratamiento. El alivio es posible—y comienza con una conversación.
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Tu comodidad, confianza y salud lo valen.
Quizás el mayor elogio que Debbie pudo dar fue su confianza:
“Mi hija heredó mis piernas, pobrecita, y voy a enviarla con la Dra. Deol cuando termine de amamantar a su tercer bebé. No confiaría en nadie más.”
Debbie está especialmente preocupada porque ya ve signos tempranos de enfermedad venosa en su hija, como pesadez en las piernas y venas visibles.
“No quiero que espere tanto como yo o que sufra el miedo y dolor que yo viví,” dijo. “Quiero que sepa que hay ayuda—y que el tratamiento puede marcar toda la diferencia.”
Estable, fuerte y libre de síntomas: el éxito de Debbie con su tratamiento venoso
La Dra. Deol concluye:
“Debbie ha estado completamente estable desde entonces, y cuando la vi hoy, estaba muy feliz y quería que viera a una de sus hijas, que acaba de tener su tercer bebé y está siguiendo el mismo camino que su mamá.”
Gracias a un diagnóstico y tratamiento expertos en Center for Vein Restoration, Debbie evitó las complicaciones a largo plazo de una enfermedad venosa no tratada, y ahora aboga por que la próxima generación busque atención temprana.
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En Center for Vein Restoration, diagnosticamos y tratamos la causa raíz de los síntomas venosos, incluyendo várices, síndrome de congestión pélvica e insuficiencia venosa crónica. Nuestros médicos certificados ofrecen tratamientos mínimamente invasivos, realizados en el consultorio y adaptados a tus necesidades individuales, para que puedas sentirte mejor, más rápido.
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