Un estudio reciente sugiere que los cigarrillos electrónicos podrían ser tan dañinos para sus venas como los cigarrillos normales.
Desde su introducción generalizada en 2007, el vapeo ha aumentado constantemente en popularidad, especialmente entre los adolescentes. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estimaron que 1.5 millones más de estudiantes de secundaria y secundaria usaron cigarrillos electrónicos en 2018 en comparación con el año anterior.
En lugar de humo de tabaco, los cigarrillos electrónicos emiten vapor de agua. Los cigarrillos electrónicos no contienen tabaco, lo que puede convencer a los jóvenes de que son más seguros que los cigarrillos normales. Sin embargo, los productos de vapeo consisten en propilenglicol o un líquido vegetal a base de glicerina mezclado con nicotina, saborizantes y otros productos químicos.
Esos aditivos misteriosos y potencialmente dañinos han llevado a los investigadores a investigar si el vapeo podría ser perjudicial para las venas. Un estudio reciente indicó que los cigarrillos electrónicos pueden disminuir el flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos, lo que puede conducir a trastornos venosos como las venas varicosas.
Un estudio publicado en la revista Radiology en agosto de 2019 analizó los efectos de los cigarrillos electrónicos en 31 adultos no fumadores. Después de apretar un brazalete en el muslo de cada participante para restringir el flujo sanguíneo en la arteria femoral y la vena en la pierna, los investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pennsylvania monitorearon el flujo sanguíneo con una resonancia magnética. Una vez que se quitó el brazalete, el flujo sanguíneo se aceleró para compensar la falta temporal de oxígeno y nutrientes en todo el cuerpo. En un minuto, el flujo sanguíneo reanudó su movimiento normal.
En la segunda parte del estudio, los participantes fumaron un cigarrillo electrónico sin nicotina y les pusieron el brazalete en el muslo. La resonancia magnética mostró que después de vapear, los vasos sanguíneos no se ampliaron para acomodar un torrente de sangre. Específicamente, después del vapeo, los vasos sanguíneos de los participantes estaban 34 por ciento menos dilatados en promedio que antes de fumar un cigarrillo electrónico. Además, el flujo sanguíneo acelerado disminuyó en un 25.8 por ciento, y la cantidad de oxígeno en los vasos sanguíneos disminuyó en un 20 por ciento.
Un estudio anterior sugirió que cuando el propilenglicol y el glicerol se calientan en un alto grado, los químicos desencadenan una respuesta tóxica en el endotelio o revestimiento de los vasos sanguíneos. Cada vez que se ralentiza el flujo sanguíneo a través de las venas, podría provocar una acumulación de sangre que hace que las paredes de las venas se expandan y formen venas varicosas en las piernas.
El efecto de fumar regularmente en la salud de las venas está bien documentado. El monóxido de carbono y la nicotina restringen el movimiento de la sangre en las venas, lo que conduce a arterias obstruidas en la pierna. Este estudio reciente sugiere que los cigarrillos electrónicos, incluso sin nicotina, también podrían dañar las venas.
Sin embargo, los investigadores también notaron que los cambios en el flujo sanguíneo fueron a corto plazo, con el flujo sanguíneo de los sujetos volviendo a los niveles anteriores en una hora. Debido a que el vaporizador es una tendencia relativamente nueva, se necesita más investigación para determinar el impacto a largo plazo del vaporizador en la salud de las venas después de muchos años de fumar cigarrillos electrónicos.
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