MD
El Dr. Putterman cuenta con casi tres décadas de experiencia en el cuidado de las venas, durante las cuales ha realizado miles de procedimientos ambulatorios mínimamente invasivos para tratar los síntomas de la insuficiencia venosa crónica. Certificado por la Junta Americana de Flebología, el Dr. Putterman recibió su formación práctica inicial en un centro especializado en venas antes de establecer su propia clínica en 1998. Encuentra una profunda satisfacción en ayudar a los pacientes a recuperar su calidad de vida a través de tratamientos avanzados y mínimamente invasivos, especialmente para aquellos que han sufrido dolor en las piernas durante años antes de descubrir los beneficios transformadores del cuidado de las venas.
Obtuvo su título de Doctor en Medicina en la Universidad de Virginia en Charlottesville, Virginia. Después de su educación médica, el Dr. Putterman completó su internado y residencia en pediatría en el Carolinas Medical Center, ahora conocido como Atrium Health Carolinas Medical Center. Además, es socio fundador de Matthews Children's Clinic en Charlotte, Carolina del Norte.
15825 Ballantyne Medical Place
Suite 240
Charlotte, NC 28277
860 Summit Crossing Place
Suite 120
Gastonia, NC 28054
El Dr. Paul S. Putterman ha sido residente de Charlotte durante 47 años. Ha estado casado durante el mismo tiempo (¡con la misma persona!) y juntos tienen tres hijos y nueve nietos. Su pasión va más allá de la medicina, con un jardín próspero durante todo el año que provee alimentos para toda su familia. El interés del Dr. Putterman en el cuidado de las venas comenzó cuando esta especialidad aún estaba en sus primeras etapas, mucho antes de las técnicas avanzadas que utiliza regularmente hoy en día. Su experiencia en escleroterapia, desarrollada antes de la aparición de la terapia de ablación, lo ha convertido en un especialista experto en tratar desde las venas araña más pequeñas hasta las venas varicosas más prominentes. Comprometido con la educación de sus pacientes, el Dr. Putterman encuentra una gran satisfacción en aliviar el sufrimiento de los pacientes y ofrecer explicaciones claras y comprensibles sobre las enfermedades venosas.
“Cada paciente que veo es importante para mí. Escucho lo que sienten. Valido que sus síntomas son reales, porque otros médicos a menudo han ignorado al paciente cuando dice que sus piernas están hinchadas o adoloridas. Al final del tratamiento, quiero que el paciente me diga que esto es lo mejor que ha hecho.”