Medically reviewed by Mohamed T. Hassan, MD, DABVLM, RPV, on August 24, 2023
Este artículo, escrito por el médico especialista en venas del Centro para la Restauración de Venas, Mohamed T. Hassan, MD, DABVLM, RPVI, aborda una preocupación común de las personas que experimentan la incomodidad de la insuficiencia venosa crónica: ¿afectará la enfermedad de las venas cuánto tiempo puedo esperar vivir?
La Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), también conocida como enfermedad venosa, es una condición médica que afecta las venas en las extremidades inferiores, obstaculizando el flujo normal de sangre de vuelta al corazón. Con el tiempo, esta condición puede llevar a una serie de síntomas incómodos, como hinchazón, dolor, cambios en la piel y úlceras venosas. Aunque por lo general no se considera una condición que ponga en peligro la vida por sí sola, la IVC puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona y posiblemente afectar indirectamente la esperanza de vida.
En este blog, exploraremos la conexión entre la insuficiencia venosa crónica y la esperanza de vida, y discutiremos formas de manejar esta condición de manera efectiva.
Aunque la insuficiencia venosa crónica en sí misma podría no reducir directamente la esperanza de vida, puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona. Los síntomas asociados con la IVC, como el dolor en las piernas, la hinchazón y las úlceras, pueden causar molestias y problemas de movilidad. Además, el dolor crónico puede llevar a una disminución de la actividad física, lo que podría contribuir a un estilo de vida sedentario. Períodos prolongados de inactividad pueden aumentar el riesgo de otras condiciones de salud, como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
La celulitis es una infección bacteriana de la piel y los tejidos debajo de la piel. Las infecciones de celulitis pueden ocurrir en las piernas de personas con venas varicosas no tratadas e insuficiencia venosa crónica. La razón de esto es que la insuficiencia venosa crónica provoca inflamación dentro de la piel y los tejidos subyacentes.
Este proceso inflamatorio hace que la piel se vuelva firme, similar al eccema, seca, con picazón y frágil. La piel saludable actúa como una barrera contra las bacterias, previniendo infecciones. Pero en la insuficiencia venosa crónica, la piel es frágil y esta barrera es susceptible a infecciones bacterianas que pueden ingresar a los tejidos a través de grietas o rupturas en la piel.
En la insuficiencia venosa crónica, la piel alrededor de los tobillos es la más afectada y las infecciones pueden comenzar aquí. La celulitis no tratada y recurrente podría eventualmente llevar a bacteriemia (bacterias en la sangre), endocarditis (una infección del revestimiento interno del corazón), osteomielitis (una inflamación ósea grave causada por infección), síndrome de choque tóxico (una complicación rara y potencialmente mortal de ciertas infecciones bacterianas) o sepsis (una complicación potencialmente mortal de una infección). Raramente, la infección puede propagarse a la capa profunda del tejido llamada revestimiento fascial. La fascitis necrotizante es un ejemplo de infección en la capa profunda. Esto es una emergencia extrema.
Una de las preocupaciones importantes relacionadas con la insuficiencia venosa crónica es su asociación con la trombosis venosa profunda (TVP). La TVP ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en las venas profundas de las piernas, lo que puede ser una condición potencialmente mortal si el coágulo se desprende y viaja a los pulmones, causando una embolia pulmonar (EP). Las personas con IVC pueden tener un mayor riesgo de desarrollar TVP debido al flujo sanguíneo alterado en las venas afectadas.
La insuficiencia venosa crónica también puede llevar al desarrollo de úlceras venosas, especialmente en las piernas inferiores. Estas úlceras pueden ser dolorosas, lentas para sanar y propensas a infecciones. Si no se manejan adecuadamente, las úlceras crónicas pueden aumentar el riesgo de infecciones sistémicas, afectando aún más la salud general.
Vivir con insuficiencia venosa crónica y sus síntomas relacionados también puede afectar la salud mental de una persona. El dolor persistente, los problemas de movilidad y la aparición de úlceras venosas pueden llevar a sentimientos de frustración, ansiedad y depresión, afectando el bienestar general y contribuyendo potencialmente a una disminución en la satisfacción con la vida.
Si bien la IVC puede no tener un impacto directo en la esperanza de vida, es crucial manejar la condición de manera efectiva para mejorar la calidad de vida del paciente y reducir el riesgo de complicaciones. Aquí hay algunas modificaciones recomendadas en el estilo de vida y tratamientos para la insuficiencia venosa crónica:
• Ejercicio regular: Participar en ejercicios de bajo impacto como caminar, nadar o andar en bicicleta puede mejorar la circulación sanguínea y reducir los síntomas.
• Terapia de compresión: Usar medias de compresión ayuda a mantener las venas y prevenir la acumulación de sangre, reduciendo la hinchazón y el malestar.
• Elevación: Elevar las piernas al sentarse o acostarse puede ayudar a reducir la hinchazón.
• Dieta saludable: Mantener una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y fibra puede ayudar a controlar el peso corporal y promover la salud cardiovascular en general.
• Evitar estar sentado o parado durante mucho tiempo: Cambiar de posición regularmente y tomar descansos durante períodos prolongados de estar sentado o parado puede ayudar a prevenir la acumulación de sangre.
• Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para controlar los síntomas o prevenir coágulos sanguíneos.
• Procedimientos mínimamente invasivos: Para casos graves, se pueden considerar tratamientos mínimamente invasivos como ablación endovenosa o escleroterapia para mejorar el flujo sanguíneo.
La insuficiencia venosa crónica puede no afectar directamente la esperanza de vida, pero su impacto en la calidad de vida y su asociación con complicaciones como la trombosis venosa profunda no pueden pasarse por alto. La gestión adecuada, las modificaciones en el estilo de vida y las intervenciones médicas oportunas son esenciales para aliviar los síntomas y reducir el riesgo de posibles complicaciones.
Si tú o alguien que conoces está experimentando síntomas de IVC, es crucial buscar consejo médico y tomar medidas proactivas para mantener la salud y el bienestar en general.
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