¿Cuáles son los 4 signos de flebitis?

Escrito por Center for Vein Restoration
Phlebitis

La flebitis es una afección venosa común que tiene muchas causas y tratamientos. Puede presentarse por varias razones, como después de procedimientos médicos en los que le han puesto una vía intravenosa o si ha sufrido una lesión en la vena. Es importante no ignorar ningún cambio en sus venas e informarle a su médico si nota alguna diferencia, calor o hinchazón, especialmente después de procedimientos vasculares.

Nos tomamos en serio la salud y el tratamiento de las venas, así que siga leyendo para obtener más información sobre los signos y síntomas de la flebitis, cómo se trata y sus causas.

¿Qué es la flebitis?

La flebitis se presenta cuando una vena se inflama, generalmente como resultado de una lesión en la misma. La inflamación de los vasos sanguíneos impide el flujo sanguíneo y puede provocar graves complicaciones de salud. La flebitis es más común en las extremidades inferiores, especialmente en la zona de la pantorrilla y el muslo.

Existen dos tipos de flebitis: superficial y profunda. La flebitis superficial puede ser causada por una lesión leve o por la presencia de un catéter intravenoso y estar presente en las venas cerca de la superficie de la piel. No es probable que la flebitis superficial cause un coágulo sanguíneo, pero la inflamación que la acompaña, si no se trata, puede causar problemas que podrían provocar un coágulo sanguíneo, trombosis venosa profunda, o embolia pulmonar. La flebitis venosa profunda puede ser causada por una infección, un traumatismo, la inactividad o incluso la formación de un coágulo (tromboflebitis) y ocurre más profundamente en las piernas. La flebitis es común y tratable, pero si no se atiende, puede tener consecuencias graves y provocar complicaciones de salud importantes.

La flebitis puede afectar a cualquier persona, pero algunas personas son más susceptibles que otras. Los pacientes con riesgo de sufrir coágulos sanguíneos, como aquellos con trastornos del tejido conectivo o ciertos cánceres, tienen un mayor riesgo de padecer flebitis. Si nota que tiene síntomas de flebitis, busque atención médica.

¿Cuáles son los cuatro signos de flebitis?

El dolor y el malestar son los primeros signos perceptibles de flebitis, a menudo descritos como una "sensación de dolor, sordo o palpitante" que varía si se toca o se aplica presión sobre la vena o el área afectada. Algunas personas pueden percibir el dolor como leve y estar en capacidad de tolerarlo, mientras que para otras puede ser más intenso. No ignore el dolor o la molestia en las piernas si sabe que sus venas se han visto afectadas. Si siente dolor o molestias en las piernas y sospecha que puede tener flebitis, consulte con su médico para una evaluación.

Las personas con flebitis venosa profunda sentirán pesadez en las extremidades o un dolor profundo que se irradia hacia afuera desde la vena inflamada. Esto podría ser un precursor de una trombosis venosa profunda o los primeros síntomas de un coágulo sanguíneo. Informe a su proveedor médico acerca de sus síntomas si tiene antecedentes de coágulos sanguíneos.

La hinchazón debido a la flebitis puede causar que los alrededores del área se sienta tirante e hinchada. La hinchazón causada por la flebitis generalmente se concentra alrededor de la vena inflamada y puede extenderse más allá de ella. Algunos pacientes pueden experimentar una hinchazón muy notoria; otros pueden no hacerlo. La hinchazón causada por la flebitis también se acompaña de un síntoma llamado “cordón palpable”, lo que significa que puede sentir la vena inflamada si palpa o toca el área afectada. La vena inflamada se sentiría como una cuerda debajo de la piel, cálida al tacto y generalmente rígida o tiesa. Si experimenta este síntoma, consulte con su médico. Si sufre de flebitis venosa profunda, es poco probable que pueda sentir la vena.

Busque tratamiento médico si experimenta los síntomas mencionados anteriormente.

El enrojecimiento y el calor que se extiende desde la vena inflamada son otros síntomas de flebitis que deben tomarse muy en serio. El enrojecimiento y decoloración a menudo parecen una raya o línea a lo largo de la vena inflamada y pueden extenderse hacia afuera desde la vena misma. Esto indica que hay un aumento del flujo sanguíneo e inflamación. Estos cambios y síntomas visuales pueden indicar problemas vasculares más importantes. Busque atención médica si ha desarrollado enrojecimiento además de hinchazón o dolor.

Los cambios en la piel no son poco frecuentes en las enfermedades de las venas, pero son un indicador de que podría haber problemas subyacentes potencialmente peligrosos. La piel cerca de la vena inflamada puede causar picazón, ardor o palpitaciones. Cuando se trata de la salud de las venas, nunca ignore los cambios en la piel, especialmente si aparecen repentinamente y van acompañados de síntomas como dolor, decoloración o ardor.

La fiebre es un síntoma potencial muy grave de flebitis, generalmente acompañada de fiebre, escalofríos y una sensación similar a la de la gripe. Estos síntomas pueden indicar un tipo más grave de flebitis, tromboflebitis venosa profunda, donde se forma un coágulo sanguíneo en una vena profunda, obstruyendo el flujo sanguíneo y provocando inflamación adicional. Busque atención médica si la flebitis ha progresado hasta convertirse en fiebre y síntomas similares a los de la gripe. Si no se trata, puede convertirse en una trombosis venosa profunda, que tiene el potencial de provocar una embolia pulmonar cuando un coágulo sanguíneo sube a los pulmones. La TVP y la embolia pulmonar pueden resultar incapacitantes o incluso mortales.

¿Estoy en riesgo de sufrir flebitis?

La flebitis es común y tratable y generalmente afecta a adultos de entre 41 y 60 años. Los factores de riesgo de flebitis incluyen:

  • Un estilo de vida sedentario o largos períodos de inactividad contribuyen al riesgo de flebitis.

  • Fumar causa inflamación venosa que puede generar una gran variedad de problemas, incluido el daño de los vasos sanguíneos y el aumento del riesgo de flebitis, entre muchos otros problemas circulatorios.

  • La obesidad puede ejercer presión sobre las venas de las piernas, lo que aumenta el riesgo de flebitis.

  • Las venas varicosas no son solo una cuestión estética y debe evaluarse por un especialista en venas para descartar insuficiencia venosa crónica o flebitis.

  • Mujeres embarazadas tienen mayor riesgo de desarrollar flebitis debido al aumento de peso y los cambios hormonales.

  • La edad puede ser un factor en el desarrollo de flebitis, ya que es probable que los adultos mayores tengan períodos de inactividad más prolongados.

  • Ciertos medicamentos que aumentan el riesgo de coágulos sanguíneos pueden aumentar el riesgo de flebitis.

  • Un historial previo de flebitis puede volverle susceptible a ella nuevamente.

  • Los catéteres venosos o las vías venosas centrales pueden aumentar el riesgo de desarrollar flebitis, especialmente si el catéter permanece colocado durante períodos prolongados.

¿Qué causa la flebitis?

Las causas más comunes de flebitis incluyen, entre otras, las siguientes:

  • Inmovilidad prolongada, que se observa a menudo en personas postradas en cama.

  • La inactividad prolongada se observa a menudo en personas que viajan largas distancias.

  • Trauma o lesión en una vena, como flebitis inducida por vía intravenosa causada por un catéter o vía intravenosa.

  • Cánceres o trastornos de la coagulación.

  • Uso de drogas intravenosas

  • Venas varicosas

  • Recuperación quirúrgica

  • La extirpasión de los ganglios linfáticos como es habitual durante una mastectomía

  • Los trastornos hereditarios de la coagulación hacen que algunas personas sean más susceptibles a la flebitis

¿Cómo se diagnostica la flebitis?

El objetivo principal del diagnóstico de la flebitis es asegurarse de que no se han empezado a formar coágulos de sangre. Su médico realizará un examen visual y físico de la extremidad afectada. Es posible que necesite realizar una ecografía no invasiva para confirmar el diagnóstico de flebitis y descartar problemas subyacentes más graves.

¿Cuál es el tratamiento para la flebitis?

El tratamiento para la flebitis depende de la causa subyacente y de la gravedad. Afortunadamente, el diagnóstico y tratamiento de la flebitis es bastante sencillo una vez que se han descartado problemas como la flebitis venosa trombótica profunda y los coágulos sanguíneos:

  • El reposo y la elevación pueden ayudar a reducir la hinchazón de la extremidad afectada y mejorar el flujo sanguíneo.

  • Las medias de compresión son un tratamiento recomendado con frecuencia que puede mejorar la circulación y evitar que la flebitis progrese.

  • Los cambios en el estilo de vida suelen ser parte del manejo y tratamiento de la flebitis a largo plazo, incluido mantener un peso saludable, hacer ejercicio con regularidad y evitar períodos prolongados de inactividad.

  • El manejo de los medicamentos puede variar desde analgésicos de venta libre, como AINE, para ayudar con la inflamación, hasta anticoagulantes si su médico encuentra un coágulo. Un régimen de anticoagulantes podría durar hasta seis meses para evitar que el coágulo viaje a otras partes del cuerpo disolviéndolo. Si una infección subyacente es la causa de la flebitis, su médico puede recetarle antibióticos.

  • La intervención quirúrgica puede ser necesaria en casos graves en los que hay venas profundas involucradas o si se han presentado complicaciones como la embolia pulmonar.

Por sí sola, la flebitis es tratable y curable. Es imprescindible consultar con su médico o especialista en venas si le preocupa alguno de los síntomas mencionados anteriormente. Su proveedor puede ayudarle a determinar la causa y la gravedad, y elaborar un plan de tratamiento. La flebitis no tratada o mal controlada puede provocar complicaciones graves y potencialmente mortales, como trombosis venosa profunda o embolia pulmonar.

Si sospecha que tiene síntomas de flebitis, como dolor, hinchazón, enrojecimiento y malestar, puede sentir su vena o un "cordón palpable" o tiene fiebre, comuníquese con su proveedor médico para que le realicen pruebas de detección de flebitis y para asegurarse de que no corre riesgo de sufrir un coágulo sanguíneo.

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