Revisado médicamente por Mohamed T. Hassan, MD, DABVLM, RPVI, el 27 de marzo de 2024.
Lipedema no es linfedema. Es crucial entender que el lipedema y el linfedema son condiciones distintas a pesar de sus nombres similares. Nuestro enfoque hoy está en el lipedema (también conocido como lipoedema), una condición crónica relativamente rara que afecta predominantemente a las mujeres.
El Dr. Mohamed Hassan es un médico especializado altamente experimentado en enfermedades venosas y linfáticas. Es el médico principal de venas en el Center for Vein Restoration (CVR) en Hoover, Alabama, y Trussville, Alabama. Certificado por la junta en medicina interna, completó su entrenamiento de becario en el prestigioso programa de Venous and Lymphatic Medicine Fellowship del CVR y es miembro de sociedades médicas, incluida la American Vein and Lymphatic Society.
Su dedicación a la educación de los pacientes y los planes de tratamiento personalizados subraya el compromiso del Dr. Hassan de mejorar la calidad de vida de las personas con trastornos venosos.
Dr. Hassan: Históricamente, el lipedema ha sido pasado por alto por los profesionales de la salud, a menudo confundido con una variante de la obesidad ginoidal. Ahora lo reconocemos como una enfermedad caracterizada por la acumulación progresiva, simétrica y subcutánea de tejido adiposo (grasa) y agua en ciertas áreas, típicamente las extremidades inferiores, pero también puede afectar a los brazos (aunque menos comúnmente, alrededor del 30 por ciento de los casos). Los síntomas principales incluyen un aumento en el volumen de las extremidades inferiores y una sensibilidad aumentada al tacto.
Hoy en día, tenemos una mejor comprensión de esta condición, y es menos frecuente que se confunda con linfedema, obesidad o insuficiencia venosa crónica de las extremidades inferiores. Sin embargo, es crucial señalar que estas condiciones siguen siendo diagnósticos diferenciales importantes que deben descartarse cuidadosamente para asegurar la precisión del diagnóstico.
El lipedema es una condición crónica con manifestaciones clínicas bilaterales (en ambos lados), simétricas (la misma forma, tamaño y posición relativa de las partes en lados opuestos de un cuerpo) y progresivas. Es importante tener en cuenta que esta patología persiste incluso después de una pérdida de peso significativa, desmintiendo la idea errónea de que es simplemente una consecuencia del sobrepeso.
El lipedema es una enfermedad genuina que involucra mecanismos fisiopatológicos complejos, que incluyen:
Aumento del Volumen de las Extremidades
El primer signo que llama la atención de los médicos cuando enfrentan a un paciente con lipedema es un aumento en el volumen de las extremidades. Si bien las extremidades inferiores son las más afectadas comúnmente, otras áreas del cuerpo también pueden estar involucradas (como las caderas, los muslos y los brazos en alrededor de un tercio de los casos). Es importante tener en cuenta que durante el lipedema, el volumen de las extremidades afectadas es desproporcionado al resto del cuerpo. A diferencia del sobrepeso general, donde el tejido adiposo se distribuye uniformemente por todo el cuerpo.
Dolor y Sensibilidad Extrema al Tacto
Los pacientes con lipedema a menudo se quejan de diversos grados de dolor. Este dolor puede ser espontáneo o desencadenado por el tacto o la presión. En etapas avanzadas, el dolor puede ser tan intenso que afecte significativamente la calidad de vida del paciente, especialmente debido a la movilidad reducida.
El aumento del dolor y la sensibilidad durante esta condición se deben principalmente a masas de tejido adiposo y procesos inflamatorios locales que comprimen las fibras nerviosas.
Hinchazón y Sensación de Pesadez
Todos los componentes del lipedema se combinan e interfieren para producir hinchazón y una sensación de pesadez en las extremidades. La acumulación de grasa en las áreas afectadas conduce a un aumento local en el volumen de las extremidades, interrumpiendo los capilares sanguíneos con una permeabilidad aumentada. El agua y las proteínas luego escapan y se acumulan en el espacio intersticial, lo que resulta en hinchazón y pesadez. Además, en etapas avanzadas, la circulación linfática se ve interrumpida, lo que lleva a linfedema secundario.
Movilidad Limitada, Debilidad Muscular
El lipedema es asintomático en la mayoría de los casos en las primeras etapas de la enfermedad. A medida que la condición progresa, las manifestaciones aparecen gradualmente, y en las etapas más avanzadas, los pacientes se quejan de problemas articulares, debilidad muscular y dolor intenso. Esto resulta en una movilidad cada vez más limitada y una marcha anormal.
Tendencia a los Hematomas
Los hematomas son la extravasación de sangre de los capilares. El lipedema se caracteriza por hematomas frecuentes, que a menudo ocurren de forma espontánea (sin trauma externo o con un pellizco mínimo). No es un trastorno de coagulación lo que causa esto, sino una permeabilidad aumentada de capilares frágiles comprimidos por depósitos de grasa.
Cambios en la Apariencia, Temperatura de la Piel y Textura
La piel en las áreas afectadas por el lipedema se altera en términos de textura. Debido a la acumulación de grasa y agua debajo de la piel, la piel se vuelve más suave en algunas áreas y adquiere un aspecto de "piel de naranja" en otras. Se forman diversos nódulos, que pueden afectar significativamente la movilidad cuando están cerca de las articulaciones.
La piel también puede sentirse fría al tacto. La mayoría de los pacientes, especialmente aquellos en etapas avanzadas, experimentan esta sensación de frescura principalmente debido a la mala circulación sanguínea en las áreas afectadas por el lipedema.
Si estás experimentando síntomas como la sensación de pesadez, hinchazón o dolor en las piernas, es importante obtener el diagnóstico y tratamiento correctos. Hablar con un profesional de la salud es fundamental para obtener la ayuda que necesitas. ¡Si crees que podrías tener lipedema (o linfedema u cualquier otro trastorno de las extremidades inferiores), no esperes! Obtener el consejo médico adecuado puede marcar toda la diferencia en la restauración de tu calidad de vida.
El Centro para la Restauración de Venas (CVR) es el centro de venas dirigido por médicos más grande de América. Establecido en 2007, los más de 110 médicos de venas de CVR están comprometidos a mejorar significativamente vidas al proporcionar opciones de tratamiento ambulatorio seguras, personalizadas y positivas para varios problemas relacionados con las piernas.
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