Revisión médica por Sanjiv Lakhanpal, MD, FACS, y Khanh Q. Nguyen, DO, RPVI, el 1 de noviembre de 2025
Si alguna vez te has acostado en la cama solo para sentir una incomodidad, hormigueo o una necesidad irresistible de mover las piernas, sabes lo frustrante que puede ser. Para muchas personas, esta experiencia es causada por el síndrome de piernas inquietas (SPI), una condición que dificulta relajarse y conciliar el sueño.
Las piernas inquietas suelen empeorar por la noche, justo cuando más necesitas descansar. Las sensaciones pueden variar de leves a intensas y suelen describirse como un cosquilleo, tirón o pulsación profunda en las piernas.
Si las piernas inquietas te mantienen despierto por la noche, no tienes que enfrentarlo solo. Los especialistas del Center for Vein Restoration (CVR) pueden ayudarte a descubrir la causa subyacente y guiarte hacia un alivio duradero. Mientras tanto, existen pasos simples, basados en evidencia, que puedes aplicar en casa para aliviar la incomodidad y dormir mejor, comenzando con estos cuatro consejos prácticos para calmar las piernas inquietas y promover un descanso más reparador.
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Una rutina nocturna constante le indica a tu cuerpo que es hora de desacelerar. Los hábitos relajantes antes de dormir pueden calmar la mente y reducir las molestias del SPI.
Reserva 30 minutos antes de acostarte para relajarte. Atenúa las luces, silencia las notificaciones e intenta actividades calmantes como estiramientos suaves, yoga o meditación. Un baño tibio (no caliente) también puede relajar los músculos y mejorar la circulación.
Si notas que tus piernas tienden a inquietarse a la misma hora cada noche, comienza tu rutina de relajación un poco antes. Los ejercicios de respiración profunda o mindfulness pueden ayudar a calmar el sistema nervioso y prepararte para dormir.
La constancia en estas prácticas simples puede marcar una diferencia significativa al promover una transición más suave de un día ocupado a una noche de sueño reparador.
El movimiento es esencial para aliviar las piernas inquietas, pero el momento es clave. La actividad regular durante el día ayuda a mejorar la circulación, reducir la tensión y prevenir que los síntomas empeoren por la noche.
Según la Sleep Foundation, el ejercicio moderado diario, como caminar, practicar yoga o realizar estiramientos suaves, puede reducir significativamente los síntomas del SPI y favorecer un mejor sueño.
Si pasas muchas horas sentado en el trabajo, viajando o viendo televisión, trata de ponerte de pie o estirarte cada 30 a 60 minutos para mantener el flujo sanguíneo. Evita los ejercicios intensos cerca de la hora de dormir, ya que pueden sobreestimular tu cuerpo. En su lugar, realiza movimientos ligeros y relajantes más temprano en la tarde o en la noche para ayudar a mantener tus piernas tranquilas cuando llegue el momento de descansar.
La actividad equilibrada y constante no solo promueve un mejor sueño, sino que también favorece la salud venosa a largo plazo, ayudándote a despertar renovado en lugar de inquieto.
Tu dieta puede afectar significativamente cómo se sienten tus piernas por la noche. Los estimulantes como la cafeína, el alcohol y la nicotina pueden desencadenar o empeorar los síntomas del SPI, especialmente al final del día.
Según la Clínica Mayo, identificar y evitar los desencadenantes dietéticos comunes, además de corregir deficiencias de hierro o magnesio, puede desempeñar un papel clave en el alivio de los síntomas.
Ciertos nutrientes también son esenciales para la salud muscular y nerviosa. Las deficiencias de hierro, magnesio o folato pueden contribuir a la incomodidad en las piernas. Incluye alimentos ricos en hierro como carnes magras, frijoles y espinacas, así como alimentos ricos en magnesio como nueces, semillas y granos integrales.
Mantente bien hidratado para prevenir calambres y rigidez. Si estás considerando tomar suplementos, habla primero con tu médico para asegurarte de que sean adecuados para ti.
Una alimentación consciente apoya la circulación, la relajación muscular y un sueño más reparador desde adentro hacia afuera.
Si tus síntomas continúan a pesar de los cambios en tu estilo de vida, es momento de investigar más a fondo. Las piernas inquietas a veces pueden estar relacionadas con problemas venosos o circulatorios subyacentes, como la insuficiencia venosa crónica. Cuando la sangre no fluye eficientemente de regreso al corazón, puede acumularse en las piernas, provocando molestias, hinchazón y esa necesidad constante de moverse.
La buena noticia es que estas condiciones tienen tratamiento. Un especialista vascular puede realizar pruebas simples y no invasivas para determinar si una enfermedad venosa está contribuyendo a tus síntomas. Tu médico del Center for Vein Restoration también puede recomendarte ciertos suplementos alimenticios si son necesarios.
En el CVR, nuestros médicos certificados se especializan en identificar y tratar trastornos venosos que pueden agravar las piernas inquietas. Muchos pacientes descubren que, una vez que mejora la función venosa, también mejoran su sueño y su comodidad.
Si las piernas inquietas te mantienen despierto, no esperes más. El alivio suele comenzar al comprender la causa de tus síntomas y recibir el tratamiento adecuado.
La inquietud ocasional puede aparecer y desaparecer, pero si interfiere con tu sueño o tu calidad de vida, es momento de buscar atención profesional. Contacta a un especialista en venas si:
Una evaluación temprana puede marcar una gran diferencia. Muchos pacientes notan mejoría poco después de abordar la causa subyacente, y la mayoría de las evaluaciones venosas son rápidas, indoloras y, con frecuencia, están cubiertas por el seguro.
Vivir con piernas inquietas puede ser agotador, pero no estás solo, y el alivio está a tu alcance. Puedes dar pasos significativos hacia un mejor descanso y bienestar con una rutina nocturna calmante, movimiento regular, nutrición saludable y atención profesional cuando los síntomas persisten.
En el CVR, entendemos cuánto puede afectar la incomodidad en las piernas tus noches (y tus días). Nuestros compasivos especialistas en venas están aquí para ayudarte a descubrir la causa y crear un plan de tratamiento personalizado para ti.
¡No dejes que las piernas inquietas te roben otra noche de sueño!
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¿Existen posiciones para dormir que ayuden con las piernas inquietas?
Sí. Dormir de lado con una almohada entre las rodillas puede reducir la presión y mejorar la circulación. Si prefieres dormir boca arriba, elevar ligeramente las piernas con una almohada o cuña también puede ayudar. Evita cruzar las piernas mientras descansas, ya que esto puede restringir el flujo sanguíneo y aumentar la incomodidad.
¿Algunos medicamentos pueden desencadenar o empeorar las piernas inquietas?
Algunos medicamentos pueden empeorar los síntomas del SPI. Esto incluye ciertos antihistamínicos, antidepresivos y fármacos antipsicóticos que afectan la dopamina o la función nerviosa. Según la Clínica Cleveland, varios medicamentos comúnmente recetados pueden agravar las sensaciones de piernas inquietas o hacerlas más notorias. Si crees que tu medicación podría estar contribuyendo a tus síntomas, no la suspendas por tu cuenta; habla con tu médico sobre posibles alternativas o ajustes.
¿La falta de sueño empeora las piernas inquietas al día siguiente?
Puede hacerlo. Dormir mal puede crear un ciclo en el que la fatiga intensifica las sensaciones de piernas inquietas la noche siguiente. Cuando el cuerpo está demasiado cansado, el sistema nervioso se vuelve más reactivo, lo que puede aumentar la necesidad de moverse. Priorizar el descanso, mantener un horario de sueño constante y manejar los factores desencadenantes puede ayudar a romper este ciclo y restaurar el equilibrio.
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