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Nutrición y Piernas Inquietas: ¿Qué me Falta?

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Blog Nutrition And Restless Legs
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Revisado médicamente por Sanjiv Lakhanpal, MD, FACS, y Khanh Q. Nguyen, DO, RPVI, el 23 de octubre de 2025

¿Alguna vez te has acostado esperando una noche de descanso tranquila, solo para quedarte despierto por una molesta necesidad de mover las piernas? Si es así, no estás solo. Muchas personas describen esta sensación como hormigueo, picazón interna o palpitaciones, que no desaparecen hasta que se estiran, caminan o cambian de posición. Estas molestias nocturnas son más que una simple frustración; pueden ser una señal del síndrome de piernas inquietas (SPI), también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom.

El SPI es una condición común, aunque frecuentemente pasada por alto, que puede interferir tanto con el sueño como con la calidad de vida. Para algunas personas, los síntomas son leves y ocasionales, pero para otras se convierten en una lucha nocturna que provoca agotamiento, mala concentración e incluso angustia emocional.

En Center for Vein Restoration (CVR), nuestros médicos atienden todos los días a pacientes que buscan manejar las piernas inquietas, los calambres nocturnos y otros problemas de circulación. Si bien existen tratamientos médicos eficaces, los cambios en el estilo de vida también pueden marcar una diferencia notable en la calidad de vida, especialmente en lo relacionado con la alimentación. En este blog, exploraremos cómo la nutrición desempeña un papel clave en el manejo del SPI y cómo una dieta saludable para las venas puede ayudar a aliviar sus incómodos síntomas.

Si las piernas inquietas te mantienen despierto por la noche, no esperes para buscar ayuda. Programa una consulta con un especialista de CVR hoy mismo y descubre cómo mejorar la salud de tus venas puede brindarte alivio duradero. Llama a nuestros Representantes de Servicios al Paciente al 240-965-3915 o haz clic abajo para acceder a nuestro PORTAL DE PROGRAMACIÓN EN LÍNEA.

SPI: ¿Quién Está en Riesgo?

Según la Clínica Cleveland, entre el 7 y el 10 por ciento de las personas en Estados Unidos padecen el síndrome de piernas inquietas. Eso representa a millones de personas que enfrentan noches incómodas y mañanas difíciles. Aunque el SPI puede afectar a cualquiera, ciertos grupos tienen mayor probabilidad de desarrollarlo:

  • Las mujeres y las personas asignadas femeninas al nacer (AFAB) tienden a tener tasas más altas que los hombres.
  • Las poblaciones blancas son diagnosticadas con mayor frecuencia que otros grupos raciales o étnicos.
  • Los adultos mayores, especialmente aquellos mayores de 45 años, enfrentan un riesgo más alto.
  • Las personas con antecedentes familiares de SPI tienen más probabilidades de experimentarlo.

Los médicos dividen los casos en dos tipos:

  • SPI de inicio temprano, que comienza antes de los 45 años. Por lo general, se desarrolla lentamente y puede estar fuertemente influenciado por la genética.
  • SPI de inicio tardío, que comienza después de los 45 años. Estos casos suelen progresar más rápido y pueden estar asociados con otras afecciones de salud.

Comprendiendo Qué Desencadena el SPI

La causa exacta del SPI no se comprende completamente, pero según la Clínica Mayo, la afección puede estar relacionada con problemas en la señalización de dopamina en el cerebro, que controla el movimiento muscular. Además, varios problemas médicos pueden aumentar el riesgo:

  • Problemas en la médula espinal: las lesiones o trastornos de la columna pueden provocar SPI.
  • Insuficiencia renal: el mal funcionamiento de los riñones puede causar deficiencia de hierro y desequilibrios químicos.
  • Enfermedad de Parkinson: ciertos medicamentos para el Parkinson pueden aumentar los síntomas.
  • Neuropatía periférica: el daño a los nervios causado por diabetes, infecciones o consumo de alcohol puede alterar las señales nerviosas normales y desencadenar síntomas del SPI.

Es importante reconocer que los problemas venosos, como la insuficiencia venosa crónica (IVC), también pueden contribuir a los síntomas potencialmente debilitantes del SPI. Cuando las venas de las piernas no logran hacer circular la sangre adecuadamente, la presión se acumula, lo que puede empeorar los síntomas nocturnos. Por eso es tan valioso trabajar con un especialista en venas: el SPI puede no ser solo un problema neurológico, sino también de circulación.

SPI y el Papel de la Nutrición

La intervención médica profesional es esencial en el tratamiento del SPI, pero no subestimes el impacto de tu alimentación. Una dieta equilibrada y rica en nutrientes favorece tanto la circulación como la función nerviosa. Aquí te mostramos qué puede ayudar:

  • Alimentos ricos en hierro
    Un nivel bajo de hierro es uno de los vínculos más comunes con el SPI. Los mariscos, las verduras de hoja verde, los frijoles y los cereales integrales fortificados son excelentes opciones.
  • Magnesio y ácido fólico
    Estos nutrientes ayudan a que los músculos se relajen y los nervios funcionen correctamente. Buenas fuentes incluyen almendras, lentejas, espárragos y espinacas. Lee más sobre cómo el magnesio afecta el SPI aquí.
  • Potasio y vitamina D3
    Las deficiencias de cualquiera de estos pueden empeorar los calambres y la rigidez. Prueba con plátanos, batatas, yogur y pescados grasos.
  • Hidratación
    Mantenerte bien hidratado mejora la circulación y previene los calambres musculares. El agua, el té de hierbas y las frutas y verduras con alto contenido de agua cuentan.

Incluso hacer ajustes menores en tu dieta con el tiempo puede reducir los episodios nocturnos y mejorar la salud venosa en general. ¡No dudes en preguntar a tu médico de CVR sobre los cambios en el estilo de vida y la alimentación más adecuados para ti!

Evitar Brotes de SPI: Cambios Alimenticios a Considerar

Mientras ciertos nutrientes pueden calmar los síntomas, otros pueden empeorarlos. Si tus piernas inquietas se activan especialmente por la noche, revisa tu dieta en busca de estos desencadenantes comunes:

  • Cafeína
    Presente en el café, té, bebidas energéticas y chocolate. Es mejor evitarla después del mediodía.
  • Alcohol
    Aunque generalmente actúa como un depresor del sistema nervioso, puede tener un efecto paradójico que cause hiperactividad nerviosa y altere los ciclos de sueño. Intenta limitarlo, especialmente en la noche.
  • Gluten
    Según Healthline, reducir el gluten puede mejorar los síntomas en algunas personas con SPI. Si sospechas sensibilidad, prueba una dieta sin gluten a corto plazo para ver si mejora tus síntomas.
  • Alimentos ultraprocesados
    No es sorpresa que la comida rápida, los bocadillos salados y las comidas empaquetadas suelan tener alto contenido de sodio y conservantes, los cuales pueden afectar la circulación. Preparar comidas frescas en casa puede reducir los síntomas y favorecer la salud a largo plazo.

La conclusión: prestar atención a cómo responde tu cuerpo es una parte fundamental para reconocer los posibles desencadenantes del SPI.

SPI: Cuando los Cambios en la Alimentación No Son Suficientes

La dieta es solo una parte del rompecabezas. Otros pequeños cambios en el estilo de vida pueden marcar una diferencia notable:

  • Movimiento diario: caminar, estirarse y realizar ejercicios de bajo impacto mejoran la circulación.
  • Reducción del estrés: el yoga, la meditación o la respiración profunda pueden aliviar la tensión que empeora los síntomas.
  • Higiene del sueño: acostarte a la misma hora cada noche, mantener tu habitación oscura y fresca, y limitar el tiempo frente a pantallas antes de dormir mejora el descanso.
  • Elevación de las piernas: colocar tus piernas sobre una almohada mientras descansas puede ayudar al retorno de la sangre hacia el corazón.

Combinar estas estrategias con una dieta saludable crea una base sólida para manejar el SPI y proteger la salud de tus venas.

SPI y Tratamiento Venoso Profesional

A veces las piernas inquietas persisten a pesar de las mejoras en el estilo de vida. Si tus síntomas interfieren con el sueño y tu vida diaria, puede ser momento de consultar a un especialista. En CVR, nuestros médicos certificados evalúan tu circulación, historial médico y factores de estilo de vida para identificar las causas subyacentes de tus síntomas.

Recuerda, abordar los problemas venosos subyacentes puede reducir significativamente o incluso eliminar los síntomas de piernas inquietas en muchas personas. Las opciones de tratamiento venoso profesional son mínimamente invasivas, se realizan en consultorio y permiten a los pacientes retomar rápidamente sus actividades diarias.

CVR Ayuda a los Pacientes con SPI a Encontrar Alivio

El SPI no tiene por qué controlar tus noches. Muchos pacientes experimentan alivio duradero al enfocarse en la alimentación, el estilo de vida y la atención profesional como un enfoque integral de tratamiento. Apoyar la salud venosa es una parte esencial de esta ecuación, y los médicos expertos de CVR están aquí para guiarte en cada paso del camino.

Nos enorgullece aceptar la mayoría de los planes de seguro médico, incluidos Medicare, Blue Cross/Blue Shield y Aetna.

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