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5 Maneras de Mantener a Raya las Várices y Arañas Vasculares Durante el Embarazo

Escrito por
Blog 5 Ways to Keep Varicose and Spider Veins at Bay During Pregnancy
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Revisado médicamente por Kristine Cruz, MD, FACS, el 17 de septiembre de 2025

El embarazo es una etapa de cambios increíbles, y tus venas sienten esos cambios tanto como el resto de tu cuerpo. Según la Clínica Cleveland, tu volumen sanguíneo aumenta de forma natural para apoyar a tu bebé, lo que hace que tus venas tengan que transportar más sangre de lo habitual. Mientras tanto, las hormonas del embarazo relajan las paredes venosas, haciéndolas más flexibles, pero también menos eficientes para dirigir la sangre hacia arriba. Al mismo tiempo, la presión del útero en crecimiento sobre las principales venas pélvicas ralentiza la circulación desde tus piernas de regreso al corazón.

Cada uno de estos factores se combina para crear las condiciones perfectas para los cambios visibles en las venas: várices que pueden sobresalir y doler, o arañas vasculares que se extienden justo debajo de la piel. Aunque estos cambios son comunes, no tienes que ignorarlos. Puedes aliviar la presión en tus venas y mantenerte más cómoda durante el embarazo incorporando pequeños pero significativos hábitos en tu rutina diaria.

En este blog, Kristine Cruz, MD, FACS, comparte cinco consejos comprobados que mantienen las venas más saludables, reducen las molestias y protegen la circulación a largo plazo durante el embarazo.

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1. Usa medias de compresión a diario

Las medias de compresión de grado médico son una piedra angular para la salud venosa durante el embarazo. Ayudan a que la sangre fluya de regreso al corazón en lugar de acumularse en las piernas, aplicando una presión suave y graduada (más firme en el tobillo, más ligera en la parte superior). Esto reduce la hinchazón, la pesadez y la aparición de várices.

Para obtener mejores resultados, ponte las medias por la mañana antes de levantarte de la cama, cuando la hinchazón está en su punto más bajo. La constancia es clave: usarlas durante todo el día ayuda a que tus venas manejen el aumento de volumen sanguíneo propio del embarazo.

Las medias de compresión vienen en diferentes niveles de fuerza, normalmente medidos en mmHg (milímetros de mercurio). La compresión ligera (15 a 20 mmHg) suele funcionar para síntomas leves, mientras que tu especialista en venas puede recomendar un soporte más fuerte, a nivel de prescripción médica (20 a 30 mmHg), en casos avanzados o con síntomas severos.
(💡 TIP: ¡Pídele a tu médico de CVR que tome las medidas para garantizar un ajuste perfecto!)

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La buena noticia es que el cuidado con compresión, la comodidad y la estética han evolucionado significativamente en los últimos años. Hoy en día existen opciones transparentes, diseños con puntera abierta y modelos adaptados al embarazo que se sienten menos “médicos” y más como prendas cotidianas. Muchas mujeres reportan no solo beneficios cosméticos, sino también más energía en las piernas, lo que les ayuda a mantenerse activas.

2. Mantente físicamente activa

El movimiento es una de las formas más naturales y efectivas de mantener las venas funcionando correctamente. El ejercicio activa los músculos de la pantorrilla, que actúan como bombas para impulsar la sangre de regreso al corazón. Sin movimiento regular, la sangre tiende a estancarse en la parte inferior de las piernas, lo que conduce a hinchazón y síntomas de enfermedad venosa.

El embarazo no significa detenerse por completo; significa elegir las actividades adecuadas. Caminar de 20 a 30 minutos al día, nadar varias veces a la semana o asistir a clases de yoga prenatal son excelentes opciones de bajo impacto.

Mantenerse activa no solo apoya tu sistema vascular, también mejora el ánimo y la salud general durante el embarazo.

3. Eleva tus piernas con regularidad

Cuando elevas las piernas, le das a tus venas un descanso de la gravedad. Incluso de 10 a 15 minutos de elevación, dos o tres veces al día, pueden reducir la hinchazón y el malestar. El simple acto de elevar los pies de 15 a 30 cm por encima del nivel del corazón permite que la sangre acumulada fluya de regreso al pecho, disminuyendo la presión en las venas de las piernas.

Una de las mejores posiciones es acostada de lado con almohadas que sostengan tus piernas. Muchos médicos sugieren el lado izquierdo, ya que alivia la presión sobre la vena cava (la vena principal que transporta la sangre de la parte inferior del cuerpo de regreso al corazón). Si acostarte no es práctico, un sillón reclinable con reposapiés también es una buena opción.

Mientras elevas tus piernas, puedes aprovechar aún más el tiempo con círculos suaves de tobillos o respiración profunda. Esta combinación no solo reduce la presión venosa, sino que también ayuda a calmar el cuerpo durante un embarazo ocupado.

La elevación regular es un hábito de bajo esfuerzo y gran recompensa. Es lo suficientemente simple como para hacerlo mientras lees, trabajas desde casa o te relajas por la noche.

4. Mantén un peso y una dieta saludables

Aumentar de peso es normal y esencial durante el embarazo, pero hacerlo en exceso o demasiado rápido aumenta la presión en tus venas. Un enfoque consciente de la nutrición ayuda a equilibrar tanto las necesidades de tu bebé como tu circulación.

Los alimentos ricos en fibra como granos integrales, frutas, verduras y legumbres reducen el estreñimiento, que de otro modo aumenta la presión abdominal y empeora los problemas venosos. Una hidratación adecuada mantiene la sangre fluyendo sin problemas, así que procura tomar de ocho a 10 vasos de agua al día, a menos que tu médico indique lo contrario.

Ciertos nutrientes también son importantes para la salud venosa:

  • Vitamina C (cítricos, fresas, pimientos) fortalece las paredes venosas y el colágeno.
  • Vitamina E (nueces, semillas, espinaca) apoya la elasticidad.
  • Flavonoides (compuestos vegetales en frutos rojos, chocolate oscuro, té verde) reducen la inflamación y fortalecen las paredes de los vasos sanguíneos.
  • Magnesio (verduras de hoja verde, almendras, plátanos) ayuda a reducir los calambres y favorece la circulación.

No olvides: limitar el exceso de sal ayuda a prevenir la retención de líquidos, que contribuye a la hinchazón en las piernas.

Trabajar con tu obstetra/ginecólogo u otro proveedor de salud para monitorear el aumento de peso y enfocarte en alimentos que favorezcan la circulación te permite proteger no solo a tu bebé, sino también a tu sistema vascular en los años venideros.

5. Evita estar sentada o de pie por períodos prolongados

Ya lo mencionamos en un consejo previo, y es cierto: los largos periodos de inactividad ralentizan el flujo sanguíneo. La vida moderna a menudo exige permanecer en una misma posición por horas, ya sea sentada frente a un escritorio o de pie. Ambas situaciones ponen estrés en tus venas: al sentarte comprimes la circulación en los muslos, mientras que al estar de pie la gravedad hace que la sangre se acumule en las piernas.

Más allá del ejercicio regular, una de las formas más sencillas de proteger tu circulación es interrumpir la quietud misma. Tomar una breve pausa, como levantarte a llenar tu vaso de agua o caminar un minuto, actúa como un pequeño reinicio para tus venas. Estas pausas rápidas de circulación pueden parecer fáciles de pasar por alto, pero son una de las defensas más prácticas contra las várices y arañas vasculares.

Protege tus venas para un embarazo más saludable con la ayuda de CVR

El embarazo trae muchos cambios, pero las várices y las arañas vasculares no tienen por qué formar parte de tu historia. Usando medias de compresión, manteniéndote activa, elevando tus piernas, cuidando tu dieta y evitando la inmovilidad prolongada, puedes apoyar tus venas cada día de tu camino.

👉 Si ya experimentas molestias venosas, o si deseas ser proactiva en la prevención, agenda una consulta con CVR hoy mismo. Nuestros especialistas ofrecen atención compasiva y experta adaptada a tu etapa de embarazo y más allá. Haz clic en el botón abajo o llama a nuestros Representantes de Servicios al Paciente al 240-965-3915.


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