Revisión médica realizada por Mark Featherston, MD, DABVLM, el 4 de octubre de 2025
Vivir durante la pandemia de COVID-19 ha cambiado casi todos los aspectos de la vida diaria, incluyendo nuestra salud de maneras sorprendentes. Para muchas personas que se están recuperando del virus o que manejan síntomas de COVID prolongado, las piernas inquietas se han convertido en un problema nuevo y frustrante. El síndrome de piernas inquietas (SPI) es una condición caracterizada por sensaciones incómodas en las piernas, acompañadas de un impulso abrumador de moverlas. Estos síntomas suelen empeorar por la noche, lo que provoca mal sueño y una menor calidad de vida.
En el Center for Vein Restoration (CVR), vemos de primera mano cómo los problemas de circulación y los cambios neurológicos pueden causar piernas inquietas. Cada vez más pacientes preguntan cómo sus síntomas pueden estar relacionados con el COVID, y la respuesta es complicada. En este blog, Mark Featherston, MD, DABVLM, médico principal de venas en CVR en Greensboro (New Garden Rd.), NC, explica la conexión entre el COVID-19 y el SPI, así como los tratamientos que pueden proporcionar un alivio duradero, dándote el sueño reparador que mereces.
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Los investigadores han notado que las piernas inquietas se han vuelto más comunes desde que comenzó la pandemia. Según un estudio publicado en Frontiers in Neurology, el SPI afectaba solo entre el 4 y el 6 por ciento de las personas antes de la pandemia, pero durante el COVID-19 ese número aumentó a alrededor del 16 por ciento. El mismo estudio encontró que las mujeres con COVID prolongado se vieron especialmente afectadas: las tasas de SPI casi se triplicaron, pasando de aproximadamente un 6 por ciento antes de la infección a casi un 15 por ciento después; además, las mujeres con COVID prolongado tenían más probabilidades de desarrollar SPI que aquellas que nunca tuvieron el virus.
Esto puede deberse a que el COVID-19 afecta el sistema nervioso y altera el sueño. Muchos pacientes con COVID prolongado reportan fatiga continua, niebla mental e insomnio, todos los cuales pueden empeorar los síntomas del SPI. El estrés y los cambios en las rutinas diarias durante los confinamientos también pudieron haber desencadenado síntomas.
Otro punto a considerar: según investigaciones del National RLS Opioid Registry en el Massachusetts General Hospital, el COVID-19 empeoró los síntomas de SPI en pacientes que ya padecían la condición. Muchos reportaron mayor incomodidad frecuente, más dificultades para conciliar el sueño y menor energía durante el día en la pandemia.
¿Qué explica el vínculo biológico entre el COVID-19 y el SPI? Los científicos creen que existen varias conexiones.
Una de ellas es la inflamación: el COVID-19 puede desencadenar una fuerte respuesta inmunitaria, que a veces afecta el cerebro y el sistema nervioso. Esto puede interferir en cómo el cuerpo procesa las señales que controlan el movimiento de las piernas. La inflamación puede dificultar que el cuerpo use el hierro. Como el hierro ayuda a los nervios y apoya la dopamina, esto puede llevar a síntomas de piernas inquietas. Según el NHS, un nivel bajo de hierro puede reducir la dopamina en el cerebro, lo cual está relacionado con el SPI.
Los cambios en el estilo de vida durante la enfermedad o la recuperación también son importantes. Menor actividad física, más tiempo sentado o acostado, y patrones de sueño irregulares pueden desencadenar brotes de SPI. Los pacientes con enfermedad venosa suelen notar lo mismo, ya que la mala circulación en las piernas es un contribuyente común a la incomodidad nocturna. Cuando la circulación se ralentiza, las piernas pueden sentirse pesadas o doloridas, y estas sensaciones pueden superponerse o intensificar el SPI.
Aún no existen tratamientos diseñados específicamente para las piernas inquietas posteriores al COVID, pero los investigadores lo están estudiando activamente. Grandes iniciativas como el programa RECOVER están analizando a los pacientes con COVID prolongado para comprender qué síntomas persisten y cómo tratarlos. El SPI es una de las condiciones neurológicas y relacionadas con el sueño que se están monitoreando.
Mientras los científicos buscan terapias específicas, los médicos recomiendan una combinación de las mejores prácticas actuales para el SPI. Esto incluye revisar los niveles de nutrientes, manejar el estrés y los horarios de sueño, y fomentar el movimiento ligero durante el día. Para algunas personas, tratar los problemas venosos subyacentes puede reducir drásticamente los síntomas de piernas inquietas; por ejemplo, un estudio en la National Library of Medicine encontró que la ablación endovenosa con láser junto con escleroterapia con espuma llevó a una mejora promedio del 80 por ciento en la gravedad de los síntomas, con casi un 90 por ciento de los pacientes experimentando un alivio sustancial.
En CVR, evaluamos a cada paciente cuidadosamente. Dado que la enfermedad venosa es un contribuyente importante al SPI, podemos recomendar tratamientos mínimamente invasivos que restauren la circulación y ayuden a aliviar la pesadez, los calambres y la incomodidad nocturna en las piernas. Muchos pacientes notan no solo piernas más saludables, sino también una menor necesidad de moverlas por la noche, gracias a la mejora en la circulación mediante un tratamiento venoso profesional.
Mientras la investigación continúa, hay varios pasos comprobados que puedes tomar ahora mismo para ayudar a aliviar las piernas inquietas, principalmente relacionados con el sueño y la salud circulatoria:
La clave es mantenerse proactivo y no ignorar tus síntomas. Si las piernas inquietas están interfiriendo con tu sueño o tu vida diaria, es fundamental buscar atención profesional. Muchos pacientes se sienten frustrados cuando sus síntomas se minimizan, pero abordarlos puede mejorar drásticamente tanto el sueño como el bienestar general.
El SPI es un desafío en cualquier circunstancia, pero el COVID-19 lo ha convertido en un problema aún más común para los pacientes en recuperación. La buena noticia es que hay pasos que puedes seguir para mejorar la salud de tus piernas y la calidad de tu sueño. Muchos pacientes pueden encontrar un alivio significativo aprendiendo sobre la conexión entre el COVID y las piernas inquietas, revisando posibles problemas de circulación y realizando cambios específicos en el estilo de vida.
En CVR, combinamos la investigación más reciente con una atención compasiva para ayudar a los pacientes a recuperar comodidad y confianza en sus piernas. Nuestros médicos especialistas en venas están dedicados a encontrar la causa raíz de tus síntomas y crear un plan de tratamiento que se ajuste a tus necesidades.
👉 Ya sea que tus piernas inquietas estén relacionadas con la circulación, los niveles de nutrientes o la recuperación del COVID, el equipo de CVR está aquí para apoyarte en tu camino hacia una mejor salud. Agenda una consulta con CVR hoy mismo y da el primer paso hacia piernas más saludables y un mejor descanso. Llama a nuestros Representantes de Servicios al Paciente al 240-965-3915 o haz clic abajo para programar en línea en una clínica de venas cerca de ti.