Dolor de piernas por la noche: cuidado con la enfermedad arterial periférica

Escrito por Center for Vein Restoration
Leg pain at night

¿Su sueño se ve interrumpido por dolor de piernas o molestias en las mismas? Aunque pueda parecer un problema común, sobre todo después de un día de actividad extenuante, informe a su especialista vascular si sufre dolor constante en las piernas por la noche. El dolor y las molestias nocturnas constantes en las piernas pueden ser un síntoma de enfermedad arterial periférica (EAP), una enfermedad que afecta a millones de personas pero que a menudo pasa desapercibida hasta que avanza.

¿Qué significa el dolor en las piernas por la noche?

Si el dolor de piernas le interrumpe el sueño o le ha hecho cambiar su rutina de sueño, debe hablar con su especialista vascular. El dolor en las piernas por la noche puede tener causas banales, pero también puede indicar problemas vasculares subyacentes más graves, como la enfermedad arterial periférica o EAP.

La enfermedad arterial periférica es una afección circulatoria en la que el estrechamiento arterial reduce el flujo sanguíneo a las extremidades. En los pacientes con enfermedad arterial periférica, las extremidades, sobre todo las piernas, no reciben suficiente flujo sanguíneo para satisfacer la demanda. Este cambio en el flujo sanguíneo puede causar diversos síntomas, siendo el dolor de piernas por la noche uno de los más comunes.

La causa principal de la enfermedad arterial periférica es la aterosclerosis, una enfermedad provocada por la acumulación de placa en las arterias, que las estrecha y obstruye, reduciendo considerablemente el flujo sanguíneo.

El dolor se intensifica por la noche debido a la reducción de la circulación sanguínea al estar recostado. La posición horizontal puede exacerbar la restricción del flujo sanguíneo, dando lugar a un aumento del dolor o calambres.

El dolor de piernas por la noche puede deberse a diversas afecciones, que van desde leves hasta graves. Las causas más comunes de dolor de piernas por la noche incluyen, entre otras:

Enfermedad arterial periférica (EAP): como ya se ha mencionado, la enfermedad arterial periférica se produce cuando las arterias de las piernas se estrechan o bloquean por la presencia de placa, reduciendo el flujo sanguíneo a las extremidades. La reducción del flujo sanguíneo puede provocar calambres, dolor o cansancio en los músculos de las piernas, sobre todo durante la noche.

Síndrome de piernas inquietas (SPI): el SPI es un trastorno que provoca una necesidad incontrolable de mover las piernas, generalmente debido a sensaciones incómodas como ardor, picazón, hormigueo o sensación de "burbujeo". Los pacientes con SPI suelen experimentar los síntomas por la tarde o la noche, cuando están sentados o recostados.

Calambres musculares: estas contracciones musculares repentinas e involuntarias generalmente son dolorosas y pueden causar importantes molestias durante la noche. Pueden estar relacionadas con la fatiga muscular o con desequilibrios electrolíticos.

Insuficiencia venosa crónica (IVC): la insuficiencia venosa crónica se produce cuando las venas de las piernas no permiten que la sangre fluya correctamente de vuelta al corazón. La insuficiencia venosa puede causar dolor, hinchazón y calambres en las piernas por la noche.

Neuropatía: la neuropatía diabética o periférica a menudo causa hormigueo, entumecimiento, ardor o dolor en las piernas que puede empeorar por la noche.

Artritis: la artrosis o la artritis reumatoide pueden causar dolores articulares que empeoran por la noche, provocando molestias en las piernas.

Ciática: esta afección causa dolor que se irradia a lo largo del trayecto del nervio ciático, que se extiende desde la parte baja de la espalda hasta las caderas y los glúteos y baja por cada pierna. Puede empeorar por la noche, sobre todo al recostarse en determinadas posiciones.

Efectos secundarios de medicamentos: algunos medicamentos pueden causar dolor o molestias en las piernas como efecto secundario.

Mala circulación: la mala circulación puede provocar molestias y dolor en las piernas por la noche debido a la disminución del flujo sanguíneo.

Ejercicio: el esfuerzo excesivo o el ejercicio de alta intensidad sin los estiramientos o la recuperación adecuados pueden provocar dolor muscular por la noche.

Deficiencias nutricionales: estar deshidratado o carecer de minerales como el potasio, calcio o magnesio puede contribuir a los calambres y el dolor de piernas.

Sentir dolores y molestias cuando el cuerpo se relaja antes de dormirse es normal, pero no se deben ignorar los dolores intensos, agudos o constantes.

Busque atención médica inmediata si presenta:

  • Dolor repentino e intenso en las piernas

  • Dolor en las piernas acompañado de dolor en el pecho o dificultad para respirar

  • Piernas frías, pálidas, azules o entumecidas

  • Hinchazón en una pierna acompañada de dolor o sensibilidad

Estos síntomas podrían indicar la presencia de un coágulo sanguíneo o trombosis venosa profunda (TVP), una urgencia médica.

Center for Vein Restoration ofrece servicios para descartar la TVP diseñados para tranquilizarle sin necesidad de una visita costosa y lenta a urgencias. Nuestro servicio integral incluye exploraciones, tratamiento anticoagulante, apoyo educativo y atención de seguimiento cuando sea necesario. Si presenta alguno de los síntomas mencionados, por favor, llame a nuestra línea directa de TVP en el 877-SCAN-DVT (877-722-6388) para obtener asistencia.

¿Cómo puedo saber si mi dolor de piernas por la noche es enfermedad arterial periférica?

Los síntomas de la enfermedad arterial periférica pueden ir de leves a graves, y es posible que algunas personas no muestren ningún síntoma. Sin embargo, cuando se presentan síntomas, éstos pueden incluir:

Dolor muscular y calambres: el dolor muscular y los calambres o "claudicación" en las piernas o los brazos después de la actividad es un síntoma frecuente de la enfermedad arterial periférica. Los pacientes con enfermedad arterial periférica suelen describir los síntomas como dolor, calambres, entumecimiento, debilidad o sensación de fatiga en los músculos.

Dolor en reposo: en los casos más graves, la enfermedad arterial periférica puede causar dolor en los pies o los dedos de los pies, incluso cuando al estar recostado o en reposo. El dolor puede ser lo suficientemente intenso como para interrumpir el sueño. Elevar las piernas puede exacerbar el dolor, mientras que colgarlas sobre el borde de la cama o caminar puede brindar cierto alivio.

Frialdad en la parte inferior de la pierna o el pie: este síntoma es especialmente notable en comparación con el otro lado.

Entumecimiento o debilidad en las piernas: estas sensaciones pueden ser signos de una reducción del flujo sanguíneo.

Cambio en el color de las piernas: puede incluir palidez o coloración azulada (cianosis).

Llagas en dedos, pies o piernas que no cicatrizan: la mala circulación sanguínea puede impedir que las llagas o lesiones cicatricen correctamente, lo que provoca heridas crónicas.

Cambios de pulso en las piernas: la debilidad o ausencia del pulso en las piernas o los pies puede indicar la presencia de enfermedad arterial periférica.

Es importante señalar que la gravedad de los síntomas no siempre se corresponde con la gravedad de la arteriopatía periférica. Es posible que algunas personas con un estrechamiento importante de las arterias no muestren ningún síntoma, mientras que otras con EAP leve pueden tener síntomas perceptibles.

Si sospecha que padece enfermedad arterial periférica o presenta alguno de estos síntomas, es fundamental que se someta a una evaluación y un tratamiento médicos para evitar la progresión de la enfermedad y posibles complicaciones.

¿Corro riesgo de padecer enfermedad arterial periférica?

Varios factores de riesgo aumentan la probabilidad de desarrollar enfermedad arterial periférica, algunos de los cuales pueden modificarse o tratarse, mientras que otros, como la edad y la genética, no pueden cambiarse. Conocer estos factores de riesgo puede ayudar en la prevención y detección temprana de la enfermedad arterial periférica.

Los factores de riesgo asociados a la enfermedad arterial periférica incluyen, entre otros:

Fumar: el tabaquismo es un importante factor de riesgo para la enfermedad arterial periférica, así como para otras enfermedades ateroscleróticas. El riesgo de EAP aumenta con el tiempo y el número de cigarrillos fumados.

Diabetes: las personas que padecen diabetes corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedad arterial periférica. Los niveles elevados de azúcar en sangre pueden dañar las arterias y dificultar el flujo sanguíneo.

Edad: el riesgo de enfermedad arterial periférica aumenta con la edad, sobre todo a partir de los 50 años.

Hipertensión: la hipertensión puede dañar las arterias, haciéndolas más susceptibles a la aterosclerosis.

Colesterol alto: los niveles elevados de colesterol en la sangre pueden contribuir a la formación de placa en las arterias, lo que provoca su estrechamiento e interrumpe el flujo sanguíneo.

Obesidad: un índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 30 aumenta el riesgo de enfermedad arterial periférica.

Estilo de vida sedentario: la falta de actividad física puede contribuir al desarrollo de la enfermedad arterial y otras enfermedades cardiovasculares.

Antecedentes familiares de enfermedad arterial periférica, cardiopatía o accidente cerebrovascular: la genética puede influir en la predisposición de una persona a padecer enfermedad arterial periférica. Los antecedentes familiares de enfermedad arterial periférica u otras enfermedades cardiovasculares aumentan el riesgo.

Es esencial controlar estos factores de riesgo con cambios en el estilo de vida y, en su caso, medicamentos. Puede modificar su estilo de vida para mejorar su salud vascular y reducir el riesgo de desarrollar o empeorar la enfermedad arterial periférica.

Los cambios en el estilo de vida incluyen, entre otros:

  • Dejar de fumar

  • Limitar el consumo de alcohol

  • Mantener niveles saludables de azúcar en sangre, especialmente si se es diabético

  • Mantener una tensión arterial y un nivel de colesterol saludables

  • Adoptar un estilo de vida físicamente activo

  • Lograr y mantener un peso saludable

  • Seguir una dieta cardiosaludable

  • Acudir a revisiones periódicas con su profesional sanitario

El primer paso para controlar la enfermedad arterial periférica es modificar su estilo de vida. El tratamiento incluye medicamentos para controlar los síntomas y abordar las causas subyacentes, incluyendo fármacos para reducir el colesterol y la presión arterial. En los casos más graves, el especialista vascular puede recomendar procedimientos como la angioplastia, la colocación de stents o la aterectomía para restablecer el flujo sanguíneo.

Hable con su especialista vascular sobre la enfermedad arterial periférica

El diagnóstico temprano es fundamental para tratar eficazmente la enfermedad arterial periférica. Comienza con una evaluación de antecedentes médicos y un examen físico exhaustivos.

La prueba de índice tobillo-brazo (ITB) es un procedimiento sencillo y no invasivo que mide la presión arterial en los tobillos en comparación con los brazos para indicar la presencia de enfermedad arterial periférica.

Las pruebas de diagnóstico por imagen como la ecografía, la angiografía y los análisis de sangre pueden brindar a su especialista vascular más información sobre las causas de su dolor y molestias en las piernas. También revisarán sus antecedentes médicos y familiares completos, así que asegúrese de ir preparado con cualquier pregunta que pueda tener y con la información necesaria a la mano.

Tratamiento de la enfermedad arterial periférica con Center For Vein Restoration

Tomar medidas proactivas para llevar un estilo de vida más saludable, junto con revisiones periódicas, puede mitigar de forma importante el riesgo de padecer arteriopatía periférica. Si presenta dolor de piernas por la noche de manera constante, es crucial que consulte a un proveedor de atención médica.

El diagnóstico temprano realizando pruebas sencillas y no invasivas puede permitir un control eficaz y opciones de tratamiento que mejoren significativamente su calidad de vida. Busque un establecimiento de Center for Vein Restoration cerca de usted.

Center for Vein Restoration le ofrece servicios integrales para diagnosticar y tratar la enfermedad arterial periférica, garantizando que reciba la atención que necesita sin demora. Recuerde que reconocer y tratar los signos de la enfermedad arterial periférica de forma temprana puede preparar el camino hacia una vida más sana y cómoda. Solicite una consulta hoy mismo reservando en línea o llamando al 240-965-3915 para hablar con un representante de Servicios al Paciente.


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