El síndrome de piernas inquietas (SPI), también llamado enfermedad de Willis-Ekbom, es una condición que provoca sensaciones incómodas en las piernas, como espasmos, hormigueo, dolor y picazón, a menudo por la noche. Estas sensaciones suelen aliviarse, aunque temporalmente, mediante el movimiento. Según la Biblioteca Nacional de Medicina, el SPI es considerablemente más prevalente en mujeres que en hombres, posiblemente debido a la menopausia, que aumenta la frecuencia y la severidad de los síntomas del SPI.
Aunque aún hay muchos misterios por descubrir sobre la compleja relación entre el SPI y las fluctuaciones hormonales, conocer las opciones de terapia en casa puede reducir los síntomas incómodos al caer la noche. Este blog tiene como objetivo ayudarte a determinar cómo la intervención profesional de uno de nuestros médicos certificados en el Center for Vein Restoration (CVR) puede ofrecer una solución efectiva a largo plazo que finalmente dé un descanso a tus piernas inquietas.
Exploraremos varios remedios caseros para el SPI específicamente para mujeres, ofreciendo consejos prácticos y estrategias para aliviar los síntomas incómodos y mejorar tu calidad de vida en general.
Hemos discutido algunos síntomas comunes del SPI, pero la condición puede tener una gama de efectos. Aparte del dolor, hormigueo, espasmos y picazón, otros signos incluyen:
Mientras tanto, según la Clínica Cleveland, varias condiciones médicas pueden aparecer además del SPI. Estas incluyen:
Algunas personas con SPI pueden reconocer sus desencadenantes—actividades que empeoran sus síntomas—como el consumo de alcohol o ciertos medicamentos. Los desencadenantes pueden empeorar los síntomas exponencialmente cerca de la hora de acostarse o cuando los pacientes ya están privados de sueño. Otros posibles desencadenantes incluyen:
Según el Better Health Channel, los síntomas graves del SPI se han tratado utilizando medicamentos para la enfermedad de Parkinson, benzodiazepinas, morfina y algunos medicamentos antiepilépticos. Estos se exploran típicamente después de haber tomado medidas para tratar cualquier condición subyacente asociada con posibles desencadenantes, por ejemplo, reducir el consumo de cafeína, nicotina y alcohol. Corregir la deficiencia de hierro también es un paso crítico en el proceso de tratamiento del SPI.
Mientras que consultar con uno de nuestros expertos certificados en venas puede proporcionar una visión personalizada sobre la causa de tu SPI y cómo tratarlo mejor, hay varios remedios caseros emergentes que las mujeres pueden usar para proporcionar alivio temporal, ayudando a mejorar el sueño tan necesario que puede continuar brindando un impulso de bienestar sintomático.
Usar una compresa caliente o fría en las piernas o alternar entre tratamientos calientes y fríos puede proporcionar alivio de los síntomas del SPI. Para mayor comodidad, considera tomar un baño caliente y frotar cuidadosamente tus músculos de las piernas.
Las medias de compresión de grado médico están diseñadas para aplicar presión a las piernas, ayudando a aliviar la incomodidad. Estas medias se pueden comprar sin receta o, para un ajuste personalizado, se pueden medir y pedir especialmente a través de tu médico experto de CVR.
Incorporar técnicas de manejo del estrés como ejercicios de respiración profunda y meditación puede ser efectivo para mejorar los síntomas del SPI. Estas prácticas relajantes ayudan a los pacientes a reducir los niveles generales de estrés, lo que puede ayudar a disminuir la intensidad y frecuencia de los síntomas incómodos.
Desarrollar y seguir una rutina de ejercicios adecuada para tu salud física puede ser muy beneficioso para tratar las piernas inquietas, especialmente para las mujeres embarazadas. Pregunta a tu médico sobre qué ejercicios son ideales según tu historial médico.
Sin embargo, no te prepares para un entrenamiento demasiado tarde por la noche: según WebMD, los pacientes con SPI deben dejar de hacer ejercicio dentro de unas pocas horas antes de acostarse para evitar sensaciones de hiperactividad que pueden seguir.
Puede parecer complicado cuando tienes problemas para dormir debido a los síntomas incómodos del SPI, pero es cierto. Mantener un ritmo constante de sueño, lo que significa despertarse y acostarse a las mismas horas cada día, puede ayudar a aliviar los síntomas de las piernas inquietas.
Algunos pacientes con SPI han experimentado con la estimulación eléctrica de los pies y los dedos para obtener alivio. Esto se hace típicamente mediante vibraciones o impulsos eléctricos a través de varios dispositivos. Pregunta a tu médico si estás interesada en probarlo.
Si ya has intentado aumentar tu ingesta de hierro, experimentar con otros suplementos, como magnesio, ácido fólico o vitamina B12, puede ayudarte a encontrar alivio de las piernas doloridas e irritables que causa el SPI.
Muchas veces, encontrar alivio natural de los síntomas del SPI proviene de experimentar con diferentes cambios en el estilo de vida. Hemos mencionado que el alcohol, la cafeína y la nicotina pueden empeorar los síntomas del SPI, por lo que eliminarlos por completo puede ayudar a que se calmen por la noche. Estos cambios a largo plazo también pueden mejorar otros aspectos de tu calidad de vida.
Mientras tanto, quienes tienen sobrepeso u obesidad pueden encontrar alivio al manejar su peso. Según Verywell Health, un estudio de 2009 reveló que la obesidad y el exceso de grasa abdominal podrían aumentar el riesgo de SPI. Investigaciones anteriores también han indicado que irregularidades en los niveles de dopamina, un químico clave en el cerebro, podrían estar asociadas con la condición. Esto sugiere que un desequilibrio en la dopamina podría contribuir al desarrollo o exacerbación de la condición, haciendo que la gestión de la salud—física y emocional—sea aún más importante.
Estos remedios caseros son una excelente manera de experimentar con el alivio a corto plazo de los síntomas del SPI. Sin embargo, recuerda que no abordan el problema subyacente, y algunos de ellos requieren una investigación más detallada para comprenderse en relación con la condición. En cualquier caso, ninguno de estos remedios reemplaza el tratamiento profesional—ahí es donde entramos nosotros.
Los médicos cuidadosos y compasivos de CVR están honrados de contar con tu confianza mientras te ayudamos a manejar los síntomas incómodos de las enfermedades de las venas y lograr una calidad de vida que nunca pensaste posible. Llama a nuestra línea directa hoy para programar una cita y explorar tus opciones de tratamiento al 240-965-3915. También puedes programar en LÍNEA.