¿Por qué se me abultan las venas de los pies?

Escrito por Center for Vein Restoration
Swollen feet ankle

Si ha notado la presencia de venas hinchadas o prominentes en sus pies, es posible que sean inofensivas. No todas las venas visibles son várices o provocan una enfermedad venosa pero siempre es recomendable hablar con su especialista vascular o con su médico de atención primaria si observa cualquier cambio visible en sus venas.

Es natural suponer que las venas abultadas azules o moradas que se extienden por los pies son várices. Si bien es posible desarrollar várices en los pies, es probable que la enfermedad venosa no sea la única causa de las venas hinchadas o protuberantes en los pies.

La gravedad juega un papel importante en la salud y la función de las venas. Las diminutas válvulas de las venas de las piernas, llamadas válvulas bicúspides, se abren y cierran con fuerza para impulsar la sangre hacia el corazón. Como los pies se encuentran en el punto más bajo con respecto al corazón, las venas de los pies reciben más presión de la gravedad descendente que otras partes del sistema vascular.

El aumento de la presión descendente en las venas de los pies desgasta las válvulas y provoca que se debiliten con el tiempo. El debilitamiento de las válvulas de las extremidades inferiores hace que la sangre fluya hacia atrás y se acumule dentro de la vena. Esta presión causa la aparición de las venas.

Si bien las venas abultadas en los pies podrían ser un indicio de várices, insuficiencia venosa crónica o enfermedad venosa, otras razones no urgentes incluyen, entre otras:

Actividad vigorosa: al realizar una actividad física, la presión arterial tiende a aumentar, dilatando las venas y haciéndolas más prominentes. Además, cuando los músculos se contraen durante el ejercicio, especialmente al levantar pesas, ejercen presión sobre las venas cercanas.

Clima caliente: cuando la temperatura sube, el cuerpo pone en marcha procesos para regular su temperatura interna y enfriarse. El calor puede ensanchar los vasos sanguíneos, lo que aumenta el flujo sanguíneo y hace que las venas sean más visibles.

Calzado apretado o mal ajustado: el calzado apretado puede restringir el flujo sanguíneo en los pies provocando que las venas sean más visibles. Si el calzado aprieta los pies, es demasiado holgado o roza incómodamente, puede causar inflamación, haciendo que las venas se hinchen y parezcan más prominentes.

Permanecer sentado durante mucho tiempo: si ha estado sentado más tiempo de lo habitual sin levantarse ni moverse, es probable que observe venas abultadas en los pies debido a la acumulación de líquido y sangre en las venas. La hinchazón de los pies o de las venas de las extremidades inferiores es frecuente en personas que viajan o que tienen trabajos que implican pasar mucho tiempo sentados.

Edad: el colágeno y la elasticidad de la piel se reducen con la edad, y tendemos a ser menos activos, perdiendo masa muscular, lo que puede contribuir a que las venas sean más visibles bajo la piel.

Embarazo: durante el embarazo, los cambios en el sistema circulatorio pueden provocar un aumento de la presión sobre los vasos sanguíneos, lo que puede hacer que las venas, específicamente las de las piernas y los pies, se vuelvan más visibles o prominentes.

Deshidratación:Cuando está deshidratado, su cuerpo experimenta una disminución del volumen de líquido. Esta reducción de los niveles de líquido puede provocar una disminución del volumen sanguíneo y un aumento del espesor de la sangre. Como resultado, la sangre se concentra más y las venas pueden parecer más prominentes o sobresalir.

La hinchazón de los pies persistente es un indicio temprano de una enfermedad venosa que, con el tiempo, podría derivar en várices. Podría correr el riesgo de desarrollar várices si la hinchazón no disminuye. Aparte de la notable hinchazón, las várices suelen ir acompañadas de dolor, calambres, picazón y sensación de pesadez en las piernas. Si usted experimenta estos síntomas, es recomendable buscar un diagnóstico con un especialista en venas o especialista vascular.

¿Las venas abultadas de mis pies son várices?

Es importante vigilar cualquier cambio en las venas o la aparición de venas abultadas o torcidas. Si ha notado la presencia de venas abultadas en los pies, es posible que sean várices. Las várices son venas dilatadas y torcidas de color azul o morado que suelen aparecer en las piernas y las extremidades inferiores.

Los síntomas habituales de las várices en los pies incluyen:

Venas torcidas visibles: el signo más aparente es la presencia de venas azules o moradas abultadas, torcidas, dilatadas y visibles bajo la piel.

Dolor y malestar: las personas con várices en los pies pueden experimentar dolor, molestias o sensación de pesadez, sobre todo después de permanecer períodos prolongados de pie o sentadas.

Hinchazón: la hinchazón, muchas veces alrededor de los tobillos y la parte inferior de las piernas, puede deberse a una circulación sanguínea deficiente a través de las venas afectadas.

Sensación de picazón o ardor: algunas personas con várices pueden experimentar una sensación de picazón, escozor o ardor sobre las venas afectadas.

Cambios en la piel: con el tiempo, las várices pueden provocar cambios en la piel, como decoloración o la aparición de llagas o úlceras cerca de los tobillos. La piel de la zona afectada puede resecarse o irritarse.

Piernas inquietas: el síndrome de las piernas inquietas o SPI, caracterizado por una necesidad incontrolable de mover las piernas, puede asociarse a las várices.

Palpitaciones o calambres: las personas pueden sentir palpitaciones o calambres en los músculos de las piernas afectadas.

No todas las personas con várices presentarán todos estos síntomas; es posible que algunas personas no presenten ningún síntoma perceptible. Si sospecha que tiene várices o experimenta síntomas relacionados, es aconsejable que consulte a un profesional médico para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

Las várices no desaparecen por sí solas, aunque los síntomas pueden mitigarse con cuidados personales y cambios en el estilo de vida.

¿Debo preocuparme por el abultamiento de las venas de mis pies?

Es fundamental permanecer atento a los cambios visibles en las venas o en la piel que rodea las várices o venas abultadas y comunicárselo al especialista vascular o al médico. Si la hinchazón de los pies persiste y va acompañada de dolor, calambres o sensación de pesadez, podrían ser signos de una afección venosa más grave, como várices o incluso trombosis venosa profunda.

Los cambios en el color de la piel o las llagas que no cicatrizan también son señales de alarma. En estos casos, es esencial consultar a un especialista vascular para encontrar las causas subyacentes, sobre todo si puede estar desarrollando insuficiencia venosa crónica.

Las venas abultadas de los pies pueden ser consecuencia directa del reflujo de sangre debido a un fallo valvular. Esta afección provoca un aumento de la presión en las venas, lo que hace que se dilaten y se hagan más visibles. Factores como la edad, la genética, la obesidad, el embarazo y permanecer mucho tiempo de pie o sentado pueden elevar el riesgo de desarrollar insuficiencia venosa crónica.

Los síntomas de la insuficiencia venosa crónica incluyen, a entre otros:

Venas abultadas: uno de los signos más notables de la insuficiencia venosa crónica es la aparición de venas torcidas hinchadas, a menudo conocidas como várices. Son más visibles en los pies y los tobillos debido a la presión gravitatoria.

Hinchazón de piernas y tobillos: la hinchazón, especialmente en la parte inferior de las piernas y los tobillos, es un síntoma frecuente de insuficiencia venosa crónica. Esta hinchazón suele ser más pronunciada hacia el final del día o después de permanecer mucho tiempo de pie o sentado.

Dolor en las piernas o pesadez en las extremidades: las personas con insuficiencia venosa crónica a menudo experimentan una sensación de pesadez o dolor en las piernas. Estas sensaciones pueden empeorar después de largos períodos de pie y suelen mejorar al elevar las piernas.

Cambios en la piel: la insuficiencia venosa crónica puede provocar cambios en la piel que rodea las venas afectadas. Puede presentar picazón, engrosamiento o cambio de color de la piel, que a menudo adquiere un tono parduzco o rojizo.

Úlceras en las piernas: en casos avanzados, la presión e hinchazón prolongadas pueden provocar úlceras venosas en las piernas. Estas llagas abiertas suelen sanar lentamente y generalmente se encuentran cerca de los tobillos.

La insuficiencia venosa crónica se produce cuando las válvulas bicúspides de las venas y los vasos sanguíneos se dañan y tienen dificultades para bombear la sangre de vuelta al corazón, lo que provoca la inflamación de las venas y las zonas circundantes.

Las causas comunes de la insuficiencia venosa crónica incluyen, entre otras:

  • Obesidad

  • Estilo de vida sedentario

  • Antecedentes familiares

  • Embarazo

  • Fumar

  • Edad

  • Traumatismos o lesiones como esguinces o distensiones

  • Trombosis venosa profunda o TVP

¿Las venas hinchadas podrían significar que tengo un coágulo de sangre en el pie?

Los coágulos de sangre en los pies son un tipo de trombosis venosa profunda o TVP. La trombosis venosa profunda es una emergencia médica causada por la formación de coágulos sanguíneos en las venas profundas del cuerpo, generalmente en las piernas o extremidades inferiores. Estos coágulos pueden obstruir el flujo sanguíneo a través de las venas, provocando diversas complicaciones. Si un coágulo se desprende de la pared vascular y se desplaza a los pulmones, puede derivar en una afección potencialmente mortal conocida como embolia pulmonar. Esta es una emergencia médica y debe buscar tratamiento inmediatamente si presenta alguno de los siguientes síntomas:

Los signos de coágulos sanguíneos en el pie pueden incluir, entre otros:

  • Dolor e hinchazón en un pie, no provocados por lesiones recientes

  • Inflamación visible de las venas del pie

  • La piel se siente anormalmente caliente, o irradia calor de una zona en particular

  • Dolor agudo al flexionar el pie

  • Decoloración de la piel, mostrando tonos rojos o azules

  • Dolor persistente en el pie que no mejora con reposo u otras medidas

Los coágulos de sangre en los pies son una afección grave conocida como trombosis venosa profunda y requiere atención médica urgente. Si se presentan estos síntomas, busque atención médica inmediata o póngase en contacto con el servicio para descartar TVP de Center for Vein Restoration llamando al 240-965-3915.

¿Cómo puedo curar las venas abultadas de los pies?

La prevención siempre es el primer paso para la salud de las venas, y puede tomar varias medidas para minimizar el riesgo de desarrollar venas abultadas en los pies. El ejercicio periódico puede mejorar la circulación sanguínea y la resistencia de las venas, especialmente las de las piernas.

Mantener un peso saludable también es fundamental, ya que el exceso de peso puede ejercer una presión innecesaria sobre las venas. Además, evitar permanecer mucho tiempo de pie o sentado puede ayudar a prevenir que la sangre se acumule en las venas de los pies.

Utilice medias de compresión: estas medias altamente elásticas proporcionan una compresión suave para ayudar a impulsar la sangre a través de las venas. Pregunte a su especialista vascular cuáles son las medias de compresión adecuadas para sus necesidades.

Eleve las piernas: ¿Siente los pies hinchados y cansados después de un largo día de trabajo? Apoye los pies en una almohada por encima del nivel del corazón para aliviar la hinchazón y mejorar la circulación. Esto es especialmente útil y ofrece alivio si ejerce una profesión en la que pasa muchas horas de pie, como es el caso de los vendedores, maestros o personal de enfermería.

Manténgase activo: caminar todos los días durante al menos 30 minutos puede ayudar a mejorar su salud vascular. Otros ejercicios que ayudan a mejorar la circulación en las extremidades inferiores son las elevaciones de pantorrillas y las zancadas. También puede estimular la circulación simplemente flexionando los tobillos en su escritorio.

Elija el calzado correcto: los tacones altos y las cuñas restringen el flujo sanguíneo en las venas de los pies. Úselos con moderación para prevenir la hinchazón. En su lugar, elija un calzado cómodo, que le ajuste bien y que tenga un buen soporte para ayudar a trabajar los músculos de la pantorrilla al caminar. Un calzado bien ajustado y con buen soporte también reducirá las molestias, la inflamación y la hinchazón de los pies y los tobillos.

Cuide su consumo de sal: el consumo elevado de sodio puede provocar hinchazón y retención de líquidos y aumentar las probabilidades de deshidratación. Reduzca el consumo de sal y siga una dieta equilibrada y saludable. Beba mucha agua para ayudar a eliminar el exceso de líquidos de su cuerpo.

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Si conoce las causas de la hinchazón de los pies y toma medidas proactivas, podrá mantener sus venas sanas y evitar las molestias asociadas a la hinchazón y las várices. En Center for Vein Restoration, nos dedicamos a brindar atención experta para las várices y trastornos vasculares relacionados. Utilizando la más reciente tecnología de diagnóstico, nuestros especialistas crean planes terapéuticos personalizados para atender sus necesidades específicas. Experimente un alivio inmediato de las várices con nuestros tratamientos en el consultorio, diseñados para retomar su rutina diaria rápidamente y con limitaciones mínimas.

La detección y el tratamiento tempranos de las várices son cruciales para mantener la salud y la calidad de vida. Preste atención a los primeros síntomas. La atención oportuna puede detener la progresión, aliviar las molestias y reducir el riesgo de complicaciones adicionales. Acuda a Center for Vein Restoration para tener piernas más sanas y felices. Entendemos la importancia de la atención accesible, por lo que aceptamos una amplia gama de seguros, incluyendo Aetna, Amerigroup, Anthem, Blue Cross / Blue Shield, Cigna, MultiPlan, Medicaid, Medicare y más.

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